Un incidente significativo marcó el inicio de la clasificación para el Gran Premio de Emilia Romagna, cuando Yuki Tsunoda sufrió un accidente en la variante Villeneuve. Aunque el vehículo resultó severamente dañado tras una salida de pista a alta velocidad, el piloto japonés salió ileso. Esto ha generado reflexiones sobre su desempeño y la presión dentro del equipo Red Bull, además de destacar la laboriosa tarea de los mecánicos para reparar el monoplaza antes de la carrera.
Tsunoda reconoció su error al forzar demasiado temprano en la sesión, lo que provocó el choque. Sin embargo, también subrayó su confianza en el coche después de avances durante el fin de semana. A pesar de las altas expectativas dentro del equipo, aseguró que no siente una presión excesiva y atribuyó el incidente a una falta de experiencia con el RB21.
El impacto sufrido por Tsunoda demandó una intervención técnica sin precedentes. Los ingenieros y mecánicos enfrentaron la titánica tarea de restaurar un coche que había sido sometido a fuerzas extremas. Este esfuerzo refleja el nivel de compromiso y dedicación requeridos en el mundo de la Fórmula 1.
El daño estructural fue considerable, afectando tanto la carrocería como componentes internos vitales. Desde el momento del accidente, el equipo se movilizó rápidamente para evaluar los daños y planificar una estrategia de reparación eficiente. La complejidad del RB21 implica un proceso meticuloso, donde cada pieza debe ser revisada y reemplazada si es necesario. Este tipo de trabajos no solo demuestra la resistencia del diseño actual, sino también la capacidad de respuesta ante situaciones imprevistas.
Tras el incidente, Tsunoda ofreció una autocrítica sincera, reconociendo su error táctico en la clasificación. Su declaración dejó en claro que comprende la importancia de gestionar adecuadamente el rendimiento del coche en distintas condiciones de pista.
A pesar de este contratiempo, el piloto mostró optimismo acerca de su relación con el Red Bull y su progreso continuo. Enfatizó que la confianza del equipo hacia él sigue intacta, respaldada por su confirmación hasta 2025 junto a Verstappen. Además, negó que las recientes decisiones del equipo respecto a otros conductores hayan influido en su desempeño. Para Tsunoda, el aprendizaje constante y la adaptabilidad son claves en este deporte competitivo, algo que quedó patente en su análisis posterior al accidente.