Una nueva modalidad de engaño está generando preocupación entre las autoridades estadounidenses. Recientemente, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) lanzó una advertencia pública para alertar sobre un tipo de fraude donde los criminales simulan ser funcionarios de esta institución. Estos estafadores utilizan tácticas persuasivas que incluyen amenazas y urgencia para manipular a sus víctimas. A menudo presentan nombres falsos y números de identificación ficticios, además de hacerse pasar por reconocidos oficiales o policías locales.

El método de estos delincuentes suele centrarse en el miedo y la presión. Durante las llamadas fraudulentas, suelen adoptar un tono intimidatorio y exigir pagos inmediatos mediante transferencias bancarias o tarjetas de regalo. También solicitan datos sensibles como números de Seguro Social o fechas de nacimiento. Según la declaración oficial de la DEA, ningún agente legítimo pedirá dinero ni información personal sensible por teléfono. Las comunicaciones válidas relacionadas con investigaciones se realizan siempre en persona o a través de correspondencia formal.

Es crucial que la ciudadanía mantenga una actitud vigilante frente a estas situaciones. En caso de recibir este tipo de llamadas sospechosas, se recomienda informar al Buró Federal de Investigaciones (FBI) a través de su sitio web oficial. Además, quienes compartieron accidentalmente información personal pueden buscar orientación sobre cómo protegerse contra posibles robos de identidad en sitios gubernamentales especializados. Esta situación subraya la importancia de la educación cibernética y la precaución ante cualquier comunicación no solicitada.