En un reciente anuncio, se informó que durante febrero, los precios del gas natural en Colombia sufrirán un incremento del 36%. Este ajuste afectará a usuarios residenciales, comerciales e industriales en diversas regiones del país. El gobierno nacional calificó esta situación como "injustificada". El aumento ha generado preocupación entre diferentes sectores del mercado y ha llevado a las empresas a buscar estrategias para mitigar sus efectos. La industria gastronómica, que emplea a una significativa parte de la población y contribuye al PIB, enfrenta desafíos importantes debido a este cambio en los costos operativos.
En medio de un invierno frío y neblinoso, el sector gastronómico colombiano se encuentra ante un nuevo reto: un incremento del 36% en la tarifa del gas natural, según anunció Vanti, la empresa proveedora del servicio. Esta medida, que entrará en vigor durante febrero, ha sido catalogada por el gobierno como “injustificada” y ha generado una ola de preocupación entre empresarios y consumidores.
El impacto es especialmente relevante para la industria de restaurantes y bares, que dependen del gas para la preparación de alimentos. Según cifras oficiales, este sector emplea a más de 96 mil personas mensualmente y contribuye con casi un 4% al Producto Interno Bruto (PIB) del país. Los chefs y propietarios de establecimientos culinarios ya están evaluando cómo ajustar sus presupuestos y menús para hacer frente a este aumento.
Carlos Ibáñez, chef del restaurante Cotiza Longaniza en Bucaramanga y Bogotá, expresó que este ajuste obligará a revisar los precios del menú. “Nuestras rentabilidades no son tan altas como para absorber el incremento completo, así que tendremos que subir los precios”, señaló. En Barranquilla, José Barbosa, chef de Los Hijos de Sancho, planea ajustar otros costos y mejorar la eficiencia en el uso del carbón para compensar la subida en el precio del gas.
La situación también plantea un desafío para los pequeños negocios, que pueden verse forzados a reducir la variedad de su menú o disminuir los estándares de calidad para mantenerse a flote. Por otro lado, algunos chefs, como Charlie Otero de El Charlie O en Cartagena, prefieren no aumentar los precios constantemente y ajustar sus proyecciones semestralmente para incluir posibles incrementos en costos.
Este incremento en la tarifa del gas natural pone de manifiesto la vulnerabilidad del sector gastronómico ante cambios en los costos de insumos básicos. Los restaurantes, que ya han tenido que enfrentar múltiples ajustes económicos, ahora deben buscar formas creativas y eficientes para mantener su competitividad sin sacrificar la calidad del servicio ni alejar a los clientes. Es evidente que la colaboración entre gobierno, empresas y trabajadores será crucial para encontrar soluciones que beneficien a todos los actores involucrados.