El anuncio de la suspensión del concierto de Lola Índigo, previsto inicialmente para el 12 de julio en Cornellá, ha generado una fuerte controversia entre la artista y las autoridades locales. A través de un comunicado emitido por GTS Management, empresa responsable del evento, se explicó que la decisión se debe a un acuerdo entre el Ayuntamiento de Cornellá y el RCD Espanyol, que limita los eventos no deportivos en el estadio tras la finalización de las competiciones. Este conflicto cobró notoriedad después de unas declaraciones realizadas por la cantante en el programa televisivo ‘El Hormiguero’, donde criticó al consistorio local.

La polémica comenzó cuando Lola Índigo expresó su insatisfacción durante una entrevista televisiva. Según ella, cerca de 20.000 entradas ya habían sido vendidas para el concierto programado en Cornellá. Sin embargo, las autoridades municipales argumentaron que desde un principio advirtieron sobre la inviabilidad de la fecha propuesta debido a restricciones contractuales con el club de fútbol. El acuerdo mencionado permite únicamente un evento no deportivo mensual, y para julio ya estaba confirmado el concierto de Robbie Williams.

Ante esta situación, el Ayuntamiento ofreció cambiar la fecha al mes de junio, pero según GTS Management, esto no era factible dada la planificación previa del tour de la artista. Las discrepancias llevaron al alcalde Antonio Balmón a considerar acciones legales contra las afirmaciones realizadas por la cantante, calificándolas como "inciertas e injustificadas". En su defensa, el alcalde subrayó que los residentes cercanos al estadio tienen derechos similares a aquellos que viven junto a otros recintos deportivos importantes.

El conflicto resalta tensiones entre intereses culturales y regulaciones urbanísticas. Mientras algunos ven estas normativas como necesarias para proteger la calidad de vida de los vecinos, otros critican la falta de flexibilidad en la gestión de eventos públicos.

Este desenlace pone de manifiesto la importancia de una comunicación clara entre promotores de espectáculos y autoridades locales. La cancelación afecta tanto a los fans que adquirieron sus boletos como a la propia artista, quien enfrenta ahora una situación delicada con uno de los municipios más emblemáticos de Barcelona. La experiencia deja abierta la posibilidad de futuros acuerdos que permitan reprogramar el concierto bajo condiciones satisfactorias para todas las partes involucradas.