A pesar del final temprano en el ATP 500 de Doha, Carlos Alcaraz encontró momentos de brillantez y aprendizaje durante su enfrentamiento contra Jiri Lehecka. El tenista español, tercero en el ranking mundial, destacó por su juego impecable pero también experimentó desconexiones que le costaron caro. Tras la derrota, Alcaraz se mostró reflexivo sobre su actuación y reconoció que los pequeños detalles marcan la diferencia en un deporte tan competitivo como el tenis. Expresó que aunque no supo cómo mejorar ciertos aspectos, apreció la persistencia de su oponente checo, quien jugó sin errores cuando más lo necesitaba.

El joven jugador subrayó que ha crecido tanto personal como profesionalmente en los últimos torneos, incluyendo Rotterdam y Doha. Aseguró que a pesar de la derrota, está satisfecho con su rendimiento y enfocado en seguir mejorando. Además, comentó sobre su equipo de entrenadores, mencionando la solidez y confianza mutua entre ellos, especialmente destacando el apoyo de Samu López. Este entorno positivo y constructivo le permite mantener una mentalidad óptima y concentrada durante los partidos.

Alcaraz expresó su admiración por el torneo de Doha, describiéndolo como una experiencia excepcional. Valoró la facilidad y comodidad para los jugadores, así como el excelente estado de las canchas. Concluyó que volverá al año siguiente con la misma ilusión y confianza, reafirmando su compromiso con el crecimiento continuo y el espíritu deportivo. Esta actitud resiliente y proactiva es fundamental para cualquier atleta que busca superarse y alcanzar nuevas alturas en su carrera.