Tenis
Carlos Bernardes: Relación con Nadal y su carrera como árbitro
2024-11-26
Antes de dirigir el último de más de 8.000 partidos en los que ha actuado como juez de silla durante 40 temporadas, Carlos Bernardes (São Caetano do Sul, 60 años) se sienta con AS en un sofá de los pasillos del Martín Carpena de Málaga. Este mediático y prestigioso umpire, que sufrió un ataque al corazón en el Open de Australia 2021, tiene la tarea de decir adiós en la Copa Davis, con un encuentro entre el italiano Matteo Berrettini y el holandés Botic van de Zandschulp. Esta es la última vez que imparte justicia y canta el marcador en español y en inglés, dos de los muchos idiomas en los que ha tenido que hacerlo. El brasileño repasa su carrera y habla de su relación con Rafa Nadal, cordial fuera de la pista y, a veces, tensa dentro de ella. Curiosamente, ambos se han retirado del tenis profesional la misma semana y en el mismo lugar.

"Carlos Bernardes, el Juez de Silla que cierra una era"

Comienzos

Al principio, ser juez de silla era más una curiosidad que una distracción. Carlos Bernardes jugaba al tenis en São Caetano y estudiaba ingeniería mecánica. Cuando vio un anuncio en un periódico buscando 120 jueces de línea para la Copa Federación, decidió tomarse el desafío. Entrenaron y le gustó tanto que comenzó a hacer otros torneos. En Brasil había muchos torneos, casi 25 o 30 semanas al año. Los Grand Prix, la mayoría en Brasil. Y así comenzó su camino. Después de trabajar durante 40 años, llegó a hacer toda esa locura de partidos.

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Carlos Bernardes, con el redactor de AS. Francisco Rodríguez. Cuando se le preguntó cómo y por qué se dedicó a ser juez de silla, respondió que era una curiosidad. Comenzó practicando las posiciones, las señales y todo lo relacionado con el trabajo. Para ser juez de silla, hay que aprender muchísimas cosas, desde las reglas hasta el código de conducta. Y luego, a través del trabajo, se va cogiendo un "feeling" que nadie puede enseñarte. Pero al principio, se aprenden las bases. Y para los jueces de línea, especialmente, hay que aprender a llegar a la línea antes que la bola. Si saben que viene una bola a la derecha, tienen que mirar ahí. Si viene una bola alta, tienen que estar ahí. Esto se va aprendiendo y si se sigue bien, se dan oportunidades de hacer torneos más importantes. Y así fue con él. Que le gustaba tanto y trabajaba tan bien esta parte técnica, que consiguió hacer torneos grandes y salir del Brasil. Esto le ayudó muchísimo.

Recuerdos

Uno de los partidos que siempre va a recordar es el de la final de Wimbledon 2011 (Djokovic ganó a Nadal). Porque ese fue el primer torneo que vio en televisión. Antes de empezar a saltar los muros para jugar tenis, vio ese torneo en la tele. Y esto le dejó una marca muy grande. Después, volver ahí a hacer una final en un sitio tan especial fue muy bonito. También ha arbitrado partidos de algunos de los mejores jugadores de todos los tiempos. Y ha tenido una relación interesante con ellos. Su jefe de la ATP le dijo que de los 29 números uno del mundo, él arbitró a 24. Y para él fue una sorpresa, porque no tenía idea de esas cosas. Y ha recibido mensajes de jugadores con los que trabajó hace 20 años, cuando supieron que él se retiraba. Y para él fue una cosa que no pensaba que pasaría. Son muchos los jugadores con los que tuvo una buena relación y un buen trabajo. Y cree que esto fue lo más importante.

Prestigio

No obstante, hay que hablar de Nadal, que se retira también ahora, y han tenido una historia curiosa. Carlos Bernardes arbitró su primer partido ATP (en Mallorca 2002 contra Ramón Delgado) y también el primero que jugó contra Federer (en Miami 2004). Y luego tuvieron sus más y sus menos... Sí, tienen esa imagen por causa de las discusiones. Pero siempre se trataron muy bien. Él fue siempre muy respetuoso conmigo. Y esto es algo que nunca olvidará. Le quedó triste ver cómo terminó su carrera. Quería estar ahí para verlo. No pensaba ni en arbitrarlo. Solo quería verlo por el gran trabajo que ha hecho para otros jugadores. Fue muy importante para el tenis. Creo que no hay palabras para describir a estos tipos que están ahí ahora terminando su carrera. Como Federer, que ya paró, Nadal, Murray... Cambiaron el tenis mundial. Creo que nunca hubo tanta pasión como en este periodo. Ese estrés con Djokovic, que aún está jugando. Para él fue un honor poder trabajar en esta época.

Errores

Nunca se llevó las cosas de la pista fuera. Aunque hubo discusiones en los partidos, nunca se las llevó afuera. Para él, cada partido es una final y se sabe que se va a equivocar. Hay que aprender a manejarlo. Porque van a hablar hoy más que nunca. Con las redes sociales, se puede hacer una cosa mal en la pista y cuando sales, ya circula por ahí. Y como árbitro, si no consigues lidiar con esto, no puedes trabajar. Hay que aprender a manejar las presiones y las críticas. Pero no se puede evitar equivocarse en tantos partidos. Ninguna persona puede decir que no se equivoca. Hay que aprender a aprender de los errores y seguir adelante.

La Silla

(Se ríe antes de contestar) Había una silla muy buena, en la que apretabas un botón y subía. Y fue divertido, porque hicieron una broma a un compañero que no lo sabía. Llegó ahí, se sentó, al nivel de la pista. Y dijo, "¿cómo voy a ver? No consigo ver bien desde aquí". Y ellos, callados. Y cuando ya estaba haciendo el calentamiento y él estaba desesperado, apretaron el botón y él subió. Esta fue la más divertida.
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