En la casa de Gran Hermano Dúo, el romance parecía florecer entre Manuel Cortés y Jeimy Baéz. Sin embargo, las cosas no resultaron como se esperaba. Manuel confesó su interés por Jeimy durante una prueba, lo que llevó a un momento incómodo cuando ella rechazó sus sentimientos. La situación se complicó aún más con bromas y comentarios que hicieron sentir a Manuel utilizado y confundido.

Declaraciones Confusas y Malentendidos

Manuel Cortés expresó su atracción hacia Jeimy Baéz durante una prueba del programa, generando un clima tenso. Aunque admitió sentirse conectado con ella, Jeimy respondió con cautela, señalando que necesitaba conocerla mejor antes de cualquier relación. Este intercambio dejó a Manuel desconcertado y molesto, pensando que sus señales habían sido malinterpretadas.

La conversación reveló una brecha significativa en sus percepciones mutuas. Mientras Manuel creía que existía una conexión especial, Jeimy enfatizó que solo compartían una cercanía amistosa. Ella explicó que aunque encontraba a Manuel atractivo, no estaba lista para avanzar en algo romántico. Esta diferencia de perspectivas llevó a Manuel a sentirse descolocado y cuestionar si había malinterpretado los gestos de Jeimy. Él argumentó que notaba cierta química entre ellos, pero Jeimy insistió en que todo era simplemente amistad.

Bromas y Reflexiones Posteriormente

Después de este encuentro, la situación se volvió aún más compleja cuando Dani y Jeimy bromearon sobre el tema. Estas palabras no fueron bien recibidas por Manuel, quien se sintió herido y optó por retirarse a descansar. Los compañeros de Manuel trataron de consolarlo, sugiriendo que tal vez era mejor así para mantener una amistad sin presiones.

Manuel reflexionó junto a Sergio y José María sobre lo ocurrido, expresando su frustración. Sentía que Jeimy no había sido sincera con él desde el principio y que había permitido que la situación avanzara sin claridad. Por su parte, Jeimy mantuvo firme su posición, afirmando que nunca hubo intención de iniciar una relación romántica. Ella subrayó que aunque habían compartido momentos agradables, estos no debían ser interpretados como signos de interés amoroso. Finalmente, Manuel terminó sintiéndose como "el tonto de la película", mientras Jeimy reafirmaba su deseo de mantener las cosas simples y amistosas dentro de la casa.