Desde su debut este lunes, el programa vespertino "La Familia de la Tele" ha generado una ola de críticas y descontento dentro de RTVE. Este formato, acusado de imitar programas sensacionalistas del ámbito privado, está enfrentando resistencia por parte de los empleados preocupados por la imagen institucional de la televisión pública. Los sindicatos, junto con figuras destacadas como María Escario y órganos clave como el Consejo de Informativos, han expresado su rechazo a lo que consideran un daño irreparable para la credibilidad de RTVE.
El conflicto escaló significativamente tras el envío de Marta Riesco, colaboradora del programa, para cubrir la elección papal desde Roma con el micrófono oficial de RTVE. El tono ligero y entretenido adoptado durante esta cobertura histórica fue duramente criticado por el Consejo de Informativos, quien emitió un comunicado denunciando la falta de rigor y seriedad esperada en eventos de tal magnitud. En su declaración, se subraya cómo los profesionales de la información de RTVE trabajaron incansablemente con profesionalidad durante este evento, contrastando notablemente con el estilo del programa.
Este malestar no es nuevo ni aislado. Desde antes del estreno, voces internas advirtieron sobre las implicaciones de incorporar un formato que mezcla espectáculo y chismes al núcleo programático de una televisión pública comprometida con valores informativos. Artículos publicados por reconocidas periodistas refuerzan estas posturas, cuestionando la decisión estratégica de RTVE de apostar por contenidos que podrían erosionar su posición como referente de calidad en medios audiovisuales.
Paralelamente, las cifras de audiencia no acompañan esta iniciativa, presentando resultados decepcionantes que aumentan aún más el desánimo entre los trabajadores. Para muchos, existe una percepción de pérdida de rumbo y propósito en la programación actual de RTVE, lo cual genera temor sobre el futuro de la entidad como servicio público confiable.
El Consejo de Informativos ha instado formalmente a la presidencia y al Consejo de Administración de RTVE a tomar medidas urgentes para proteger la reputación de sus servicios informativos. Esta acción se suma a otras protestas previas, consolidando una corriente crítica contra la implementación de "La Familia de la Tele". A medida que más voces se unen, queda claro que el debate sobre la identidad y misión de RTVE sigue siendo tan relevante como nunca.