En los círculos legales y empresariales, ha surgido un debate acerca del alcance y uso de la información solicitada por la Dirección de Inteligencia Tributaria (DIA) a las empresas de telecomunicaciones. Según el decreto ejecutivo N.º 35688-H, esta dirección se enfoca en análisis estratégicos y gestión de datos para apoyar decisiones tributarias. Sin embargo, surge incertidumbre sobre si dicha información puede emplearse directamente en fiscalizaciones o debe limitarse a propósitos estadísticos y generales. Este asunto gira en torno a la interpretación de las normativas vigentes y su impacto en el equilibrio entre control fiscal y derechos individuales.
En un contexto marcado por avances tecnológicos y una creciente necesidad de transparencia fiscal, la DIA ha solicitado recientemente bases de datos de clientes al sector de telecomunicaciones. Estos registros incluyen detalles personales como identificación y contacto. La base legal que respalda estas solicitudes es el artículo 41 del Reglamento del Procedimiento Tributario, que permite obtener información relevante mediante resoluciones generales sin dirigirse específicamente a ciertos contribuyentes.
A pesar de esto, el decreto N.º 35688-H establece claramente que la función de la DIA es estratégica y orientada a planificar controles, pero no ejecutarlos directamente. Esto genera dudas sobre cómo debe manejarse la información obtenida. Por ejemplo, ¿debe utilizarse únicamente para análisis de riesgo o puede derivarse en acciones más concretas? El artículo 43 del reglamento aborda requerimientos individualizados, destacando límites claros para proteger la confidencialidad de los datos.
Expertos como Fabio Salas, socio de Impuestos y Servicios Legales en Deloitte Costa Rica, señalan que aunque es legítimo fortalecer mecanismos fiscales, debe garantizarse el cumplimiento estricto de procedimientos y derechos establecidos en el marco normativo actual.
Desde una perspectiva periodística, este caso subraya la importancia de encontrar un equilibrio entre la eficiencia fiscal y la protección de la privacidad. Si bien es crucial que el Estado cuente con herramientas efectivas para prevenir evasión, también debe asegurarse de que estas no vulneren derechos fundamentales. Este debate invita a reflexionar sobre cómo las autoridades pueden adoptar enfoques innovadores que garanticen tanto objetivos económicos como sociales, manteniendo siempre un compromiso con la ética y la transparencia.