Descubra cómo preparar una versión casera de espinacas con una ligera capa de crema, horneadas hasta alcanzar un toque dorado. Este plato combina vegetales frescos con una cremosa bechamel y un crujiente final que lo hace irresistible. Además, se presenta como una opción perfecta para quienes disfrutan del sabor intenso de los quesos gratinados sin perder de vista la salud.
Otra característica destacada es su facilidad de preparación, incluso para aquellos con menos experiencia en la cocina. Aunque existe la opción de adquirir bechamel prehecha, este artículo guiará a través de cada paso necesario para crear esta salsa desde cero. Incluye además sugerencias para otros platillos basados en verduras que pueden convertirse en favoritos instantáneos.
La base de las espinacas a la crema radica en una buena bechamel. Este proceso comienza derritiendo mantequilla y añadiendo harina poco a poco mientras se cocina durante unos minutos. Luego, se incorpora lentamente la leche hasta obtener una consistencia suave y homogénea.
Este método asegura que la mezcla no quede granulada o demasiado líquida. La clave está en la paciencia al integrar la leche, ya que esto permite que los ingredientes se mezclen adecuadamente. Después de cocinar por aproximadamente diez minutos, se ajusta la sal y se agrega nuez moscada para darle un aroma único. Este primer paso garantiza que el resultado final sea cremoso y delicioso.
Una vez lista la bechamel, se procede a preparar las espinacas. Estas deben cocinarse junto con una cebolla finamente picada y un diente de ajo previamente pochados. El objetivo es reducir gradualmente el volumen de las hojas hasta lograr una textura deseada.
Al integrar la bechamel con las espinacas cocidas, es importante hacerlo poco a poco para evitar que la mezcla se convierta en una sopa. Finalmente, se tuestan piñones que se añaden como un toque crocante antes de colocar todo en una fuente para hornear. Se cubre con queso rallado y se gratina hasta que alcance un tono dorado. Este último paso no solo mejora el aspecto visual sino que también realza el sabor general del plato.