En pleno corazón de la Ciudad de México, un restaurante llamado Doña Lulá se ha convertido en una parada obligada para los amantes de la cocina oaxaqueña. Este espacio, destacado por el actor Luis Fernando Peña, combina sabores tradicionales con una atmósfera vibrante que transporta a sus visitantes directamente al sur del país. Desde murales coloridos hasta platillos elaborados siguiendo recetas ancestrales, este lugar ofrece una experiencia única donde cada detalle está cuidadosamente diseñado para recrear lo mejor de Oaxaca.
Ubicado en la colonia San Francisco, Coyoacán, Doña Lulá no solo es famoso por su comida auténtica, sino también por su decoración artesanal y su ambiente familiar. El nombre del restaurante encierra un significado profundo: "Doña" honra la labor de las mujeres cocineras, mientras que "Lulá" es cómo se pronuncia "Oaxaca" en zapoteco. Este establecimiento invita a los comensales a disfrutar desde mole hecho con más de 30 ingredientes hasta tlayudas cubiertas de chapulines, todo ello preparado con métodos tradicionales.
La pasión por preservar la herencia culinaria oaxaqueña es evidente en cada uno de los platos servidos en Doña Lulá. Uno de los testimonios más elogiosos proviene del actor Luis Fernando Peña, quien expresó su admiración durante una visita al lugar. En un video compartido en sus redes sociales, mencionó cómo este restaurante podría servirle como fuente de inspiración para su participación en MasterChef Celebrity. Además, explicó que tanto los sabores como la presentación de los alimentos reflejan una dedicación excepcional.
Más allá de su carta gastronómica, Doña Lulá destaca por su diseño interior lleno de elementos típicos. Murales pintados a mano, papeles picados colgando del techo y vajillas de barro crean una atmósfera acogedora que invita a quedarse. Para familias enteras, existe incluso un área infantil donde los pequeños pueden entretenerse mientras los adultos degustan especialidades regionales.
Aunque el restaurante ofrece una amplia variedad de opciones dentro de su menú, los precios son bastante accesibles. Los platillos oscilan entre los 70 y 255 pesos, permitiendo a todos encontrar algo que se ajuste a su presupuesto. Algunos de los favoritos incluyen la ensalada de chapulines, las tlayudas rellenas y, por supuesto, el famoso mole, cuya preparación lleva horas cocinándose lentamente para obtener un sabor inigualable.
Doña Lulá no solo es un restaurante; es una celebración cultural que une historia, arte y gastronomía bajo un mismo techo. Este rincón de Oaxaca en la capital mexicana sigue siendo una recomendación imperdible para quienes buscan explorar la riqueza culinaria de nuestro país sin necesidad de viajar largas distancias.