Con profundo pesar, la comunidad artística y equina despidió al legendario John St. Ryan, cuya carrera abarcó múltiples disciplinas, desde la actuación hasta la enseñanza de equitación. Este talentoso hombre falleció a los 72 años tras sufrir un infarto en abril de 2025. Su legado queda marcado por su versatilidad como actor, autor, músico y experto en comportamiento equino. A lo largo de su vida, John destacó tanto en el mundo del entretenimiento como en el de los deportes ecuestres, dejando huella en cada ámbito que tocó.

Una Vida Llena de Pasión y Dedicación

En una triste noche de principios de abril, el icónico John St. Ryan dejó este mundo después de enfrentarse a un infarto repentino. Su esposa Joyce compartió públicamente el doloroso momento, destacando cómo el hospital hizo todo lo posible para salvarlo. En honor a sus deseos, donó su cuerpo para investigación médica, rechazando ceremonias funerarias tradicionales.

Nacido en Inglaterra pero criado en Irlanda, John forjó una carrera única que combinaba diversas pasiones. Desde joven demostró habilidades excepcionales en las artes marciales, entrenando a campeones nacionales durante casi tres décadas mientras desarrollaba su amor por el teatro y la actuación. Participó en producciones teatrales en Europa y Estados Unidos antes de consolidarse en televisión, incluyendo su papel memorable como Charlie Whelan en "Coronation Street".

Su encuentro con Tom Dorrance transformó su vida profesional y personal. Juntos crearon videos educativos influyentes sobre equitación, y John se convirtió en un referente mundial en el campo del comportamiento equino. Reconocido como Campeón Nacional de Estados Unidos en Doma Vaquera en tres ocasiones consecutivas, dedicó sus últimos años a compartir conocimientos científicos y prácticos sobre caballos.

Desde su tiempo en Los Ángeles hasta sus viajes por ranchos internacionales, John siempre buscó aprender y enseñar, dejando una impronta duradera en quienes lo conocieron.

Como periodista, reflexiono sobre la importancia de perseguir múltiples intereses con pasión y humildad. La vida de John St. Ryan es un recordatorio de que nuestras contribuciones pueden trascender fronteras y generaciones cuando entregamos nuestro mejor esfuerzo. Su legado seguirá inspirando tanto a artistas como a amantes de los caballos en todo el mundo.