El presidente de Israel, Isaac Herzog, ha respaldado las investigaciones contra algunos asesores por filtrar información que favorece al gobierno qatarí. Aseguró que no existe una dictadura ni un "Estado profundo" en Israel. Criticó acusaciones de altos funcionarios sobre la obstrucción de acciones gubernamentales por parte de burócratas. También destacó la importancia de seguir la ley y los fallos judiciales, subrayando que estos temas afectan la seguridad nacional.
Por otro lado, Benny Gantz y Yair Lapid han criticado a Netanyahu, señalándolo de exceder límites para mantenerse en el poder. Gantz acusa a Netanyahu de deslegitimar fuerzas de seguridad para reafirmar su postura, mientras Lapid pide actuar contra el terrorismo judío, denunciando que el Shin Bet se convierte en un recurso personal para el primer ministro.
La Postura Presidencial frente al ‘Qatargate’
Herzog ha dejado claro su posición respecto a las investigaciones vinculadas al escándalo ‘Qatargate’, sosteniendo que deben ser revisadas por las autoridades pertinentes. Subrayó la ausencia de cualquier tipo de dictadura o manipulación política dentro del sistema israelí. Además, enfatizó la necesidad de respetar las instituciones legales y judiciales como base de la democracia.
El presidente explicó que estas investigaciones son cruciales debido a su impacto directo en la seguridad del país. Según él, no hay lugar para ocultamientos ni agendas políticas dentro de este proceso. Rechazó las acusaciones lanzadas por miembros del gobierno que señalan interferencias burocráticas en las decisiones estatales. Enfatizó la confianza pública hacia las instituciones de seguridad y justicia, asegurando que la población está comprometida con el cumplimiento de la ley y las determinaciones judiciales.
Criticismos Políticos hacia el Gobierno de Netanyahu
Desde la oposición, líderes como Benny Gantz y Yair Lapid han cuestionado duramente las acciones del primer ministro Benjamin Netanyahu. Gantz lo acusa de priorizar intereses personales sobre los nacionales, argumentando que sus medidas buscan perpetuarse en el poder sin considerar límites éticos o legales.
Gantz expresó preocupación por la deslegitimación de las fuerzas de seguridad, interpretada como un movimiento estratégico para proteger posiciones políticas. Por su parte, Lapid abordó el tema del terrorismo judío en Cisjordania, criticando que el Shin Bet se utilice más como una herramienta personal que como una agencia dedicada a combatir amenazas terroristas. Denunció que el propio ministro de Seguridad Nacional tiene antecedentes relacionados con el apoyo al terrorismo, lo cual genera dudas sobre la integridad del gobierno actual. Ambos líderes coinciden en que la población no permitirá que estas prácticas continúen más allá de las próximas elecciones.