El desempeño del Barcelona en la Liga ha mostrado una cara menos prometedora de lo esperado. Mientras que en competiciones europeas y copas demuestra gran eficacia, el equipo parece encontrarse con obstáculos insospechados en su propia liga. Tras perder ventaja significativa frente al Getafe, los culés se encuentran a distancia considerable del liderato. El partido en el Coliseum Alfonso Pérez evidenció las dificultades del Barça para mantener un rendimiento constante en el campeonato doméstico. A pesar de haber logrado adelantarse en el marcador, no pudieron capitalizar esta ventaja y finalmente empataron 1-1.

El Getafe, conocido por sus estrategias defensivas, presentó un reto significativo para el Barcelona. Desde 2019, este equipo ha demostrado ser un verdadero dolor de cabeza para los catalanes, quienes no habían conseguido marcarles en cuatro temporadas consecutivas. En este encuentro, el técnico Bordalás diseñó un plan para neutralizar el juego creativo del Barça, centrándose en interrumpir el flujo del balón hacia los costados. Sin embargo, fue Pedri quien rompió las líneas defensivas con un pase imaginativo, permitiendo a Koundé anotar el primer gol. Este momento inicial parecía augurar un partido favorable para los azulgranas, pero las cosas pronto cambiaron.

Tras el gol inicial, el Barcelona buscó ampliar su ventaja, explorando diferentes flancos para perforar la defensa del Getafe. Raphinha tuvo una oportunidad clara con un cabezazo tras un centro de Koundé, mientras que Lamine Yamal creó una jugada que pudo haber terminado en gol si no fuera por la intervención oportuna de Rico. A pesar de estas aproximaciones, el Barça no logró aumentar el marcador, lo cual resultaría costoso más tarde. Los locales aprovecharon una contra rápida para nivelar el marcador a través de Arambarri, quien aprovechó un rebote en el área para marcar el empate.

A medida que avanzaba el partido, el Getafe demostró su capacidad para explotar los errores del rival. Aunque Flick intentó revitalizar el juego con cambios tácticos, incluyendo la entrada de De Jong y Dani Olmo, el equipo visitante no pudo encontrar la manera de superar la resistencia defensiva del Getafe. Las ocasiones más claras fueron neutralizadas por la efectividad de David Soria bajo los palos. El protocolo antirracismo también se activó durante la segunda mitad, añadiendo una capa adicional de tensión al partido.

Al final, el empate 1-1 reflejó la realidad del Barcelona en la Liga: un equipo que necesita recuperar su confianza y consistencia si aspira a competir por el título. La presión está en aumento, ya que cada punto perdido ahora es crucial. Mientras que el Getafe sigue siendo un oponente formidable en su estadio, el Barça deberá encontrar soluciones rápidas para revertir su trayectoria y volver a ser competitivo en el campeonato doméstico.