Este fin de semana, el Principado de Mónaco se convierte en el epicentro del automovilismo eléctrico con un evento sin precedentes: dos carreras consecutivas en las calles de Montecarlo. Este acontecimiento marca una nueva etapa en el calendario de la Fórmula E, destacándose por su innovación y estrategia. Con el Pit Boost en juego el sábado y ausente el domingo, los equipos enfrentarán desafíos únicos que prometen emocionantes batallas entre pilotos. Además, el recuerdo de los 197 adelantamientos del año pasado sirve como aviso de lo impredecible que puede ser este escenario urbano.
Desde su inclusión en el calendario en 2021, Mónaco ha sido un destino fijo para la Fórmula E. Sin embargo, esta edición introduce un cambio significativo al extenderse a dos competencias distintas. El sábado, los conductores tendrán acceso al Pit Boost, una tecnología de carga rápida que debutó en Yeda y que podría alterar drásticamente las estrategias de carrera. Por otro lado, el domingo será una prueba más tradicional, pero no menos intensa, donde los riesgos asociados a correr entre los estrechos guardarraíles siempre están presentes. La posibilidad de coches de seguridad o Full Course Yellow añade aún más incertidumbre al panorama competitivo.
Antes de llegar a Mónaco, la polémica rodeaba el resultado de Miami, donde Pascal Wehrlein logró su primera victoria del año aprovechando una penalización a Norman Nato. A pesar de las sanciones, Oliver Rowland mantiene su liderazgo en el campeonato, seguido de cerca por Antonio Da Costa y Wehrlein. Sin embargo, Mitch Evans, aunque décimo en el mundial, emerge como uno de los favoritos tras subir al podio en sus últimas cuatro visitas al circuito monegasco.
Con historias pasadas que indican que repetir triunfo en Mónaco es complicado, solo Sébastien Buemi lo ha conseguido en una lista de seis ganadores en siete carreras. Aún así, esta temporada ofrece doble oportunidad para romper con las estadísticas. Los aficionados pueden esperar dos jornadas llenas de estrategias audaces, momentos decisivos y adrenalina pura en cada curva de Montecarlo.
La llegada a Mónaco redefine las expectativas para la Fórmula E. Con dos carreras diseñadas para maximizar la emoción y la competencia, este evento promete consolidarse como un hito en la historia del deporte eléctrico. Los pilotos tendrán que adaptarse rápidamente a condiciones cambiantes, mientras que los fanáticos disfrutarán de un espectáculo único que combina tradición y tecnología avanzada.