En el Gran Premio de España, Marc Márquez demostró una vez más su habilidad excepcional al obtener su quinto triunfo consecutivo en las carreras cortas de los sábados. Aunque Fabio Quartararo intentó desafiarlo con un inicio prometedor, su participación terminó abruptamente después de una vuelta y media debido a un error en la frenada. La jornada también destacó por el sólido desempeño de Álex Márquez y Pecco Bagnaia, mientras que las Ducati mostraron su dominio ocupando las primeras posiciones.
La competencia fue relativamente predecible tras el incidente de Quartararo, con pocas variaciones en las posiciones principales. Marc Márquez lideró desde el comienzo hasta el final, seguido por su hermano Álex y Pecco Bagnaia, consolidando así la superioridad de las motos italianas en esta carrera.
Fabio Quartararo comenzó con gran ímpetu en el GP de España, arrebatándole momentáneamente la delantera a Marc Márquez. Sin embargo, su aventura duró poco, ya que un excesivo riesgo en la frenada lo llevó a caer tras completar solo una vuelta y media. Este incidente dejó en evidencia tanto su valentía como su falta de prudencia en momentos críticos.
A pesar de haber sorprendido al octacampeón mundial quitándole la pole position, Quartararo no pudo mantener su ventaja durante toda la carrera. En la primera curva, logró recuperarse de un mal arranque inicial y situarse en primera posición. Sin embargo, en la segunda vuelta, al enfrentar la frenada en la curva 6, intentó superar a Márquez forzando demasiado la maniobra. Su Yamaha perdió adherencia, enviándolo al asfalto y concluyendo prematuramente su participación. Este episodio resaltó la importancia de equilibrar agresividad con precisión técnica.
Más allá del duelo entre Quartararo y Márquez, otro aspecto destacado fue el dominio abrumador de las Ducati en el Gran Premio de España. Seis de estas motos ocuparon las primeras posiciones, reflejando su superioridad técnica en este circuito. Marc Márquez cruzó la meta con claridad, seguido por su hermano Álex y Pecco Bagnaia, consolidando un podio prácticamente inamovible.
Las Ducati demostraron su capacidad para adaptarse a las condiciones del circuito, asegurando presencia constante en las primeras posiciones. Después de la retirada de Quartararo, la carrera careció de emociones intensas, aunque mantuvo interés gracias a las consistentes actuaciones de pilotos como Álex Márquez y Maverick Viñales. Las posiciones finales confirmaron el poderío de las motos italianas, con nombres reconocidos cerrando el top 9 y dejando claro que Borgo Panigale sigue siendo sinónimo de éxito en las pistas europeas.