En la noche de este domingo, el Hotel Beverly Hilton de Los Ángeles se convirtió en el escenario del esperado evento de los Globos de Oro 2025. Este acontecimiento marca el inicio de la temporada de premios cinematográficos y reúne a las estrellas más destacadas del entretenimiento. Entre las celebridades presentes, Ariana Grande brilló con luz propia al debutar como actriz nominada por su papel en la película Wicked. La cantante optaba al galardón de mejor actriz de reparto y deslumbró en la alfombra roja con un vestido que rendía homenaje a la moda vintage.
Ariana Grande fue una de las protagonistas indiscutibles de la gala. Su nominación como mejor actriz de reparto por su actuación en Wicked, basada en la obra de El Mago de Oz, la colocó en el centro de atención. Sin embargo, fue su elección de atuendo lo que realmente capturó los corazones de los asistentes y espectadores. Luego de meses promocionando la película con looks impresionantes, Grande guardaba una sorpresa especial para esta edición de los Globos de Oro.
Su aparición en la alfombra roja no defraudó. Apareció luciendo un vestido largo con escote palabra de honor en tono amarillo pastel, caracterizado por su falda asimétrica y pedrería bordada en la parte superior. Este diseño pertenece a la colección Primavera/Verano 1966 de Givenchy, creado por el fundador Hubert de Givenchy. La pieza, considerada una reliquia de la Alta Costura, fue combinada con guantes largos blancos, zapatos satinados a juego y joyas de Swarovski. Su estilista, Mimi Cuttrell, compartió el boceto original de este icónico vestido, resaltando el cuidado y detalle en su selección.
El vestido elegido por Ariana Grande no solo es un tributo a la moda vintage, sino también a la mítica relación entre Audrey Hepburn y Hubert de Givenchy. Hepburn, quien declaró sentirse auténticamente ella misma cuando vestía prendas diseñadas por Givenchy, impulsó la carrera del diseñador al elegirlo para crear el vestuario de la película Sabrina en 1954. Esta colaboración le valió a Givenchy un Oscar por mejor diseño de vestuario y marcó el comienzo de una sólida amistad entre ambos.
Durante los años siguientes, Givenchy continuó diseñando para Hepburn, consolidándose como uno de los modistos más influyentes de la época. Doce años después de Sabrina, el diseñador creó la colección estival de 1966, de la cual forma parte el vestido que Grande lució en la alfombra roja. Esta elección histórica no solo coronó a Ariana como una de las mejores vestidas de la noche, sino que también rindió un sentido homenaje a la inmortal Audrey Hepburn y a la magia perdurable de la moda clásica.