La princesa heredera del trono español, Leonor, se embarca este miércoles en el bergantín-goleta Juan Sebastián Elcano para un crucero formativo que durará seis meses. Este viaje marítimo, que recorrerá 17.000 millas y visitará cinco países, sigue una tradición centenaria de formación naval que ha sido parte integral del desarrollo militar de los monarcas españoles. La prensa tuvo acceso previo a las instalaciones del barco para ofrecer una vista interna del hogar temporal de la princesa durante su viaje.
Un Crucero Formativo con Historia
Este crucero representa no solo una aventura marítima sino también un paso significativo en la preparación militar de la futura capitana general de las Fuerzas Armadas. Desde su inauguración en 1928, el Juan Sebastián Elcano ha jugado un papel crucial en la formación de numerosos guardiamarinas, incluyendo al rey Juan Carlos en 1958 y al rey Felipe en 1987. Ahora es el turno de Leonor de sumergirse en esta experiencia que promete ser inolvidable.
El itinerario del viaje incluirá paradas en importantes ciudades como Santa Cruz de Tenerife, Salvador de Bahía (Brasil), Montevideo (Uruguay), Punta Arenas (Chile), Valparaíso (Chile), El Callao (Perú), Ciudad de Panamá (Panamá), Cartagena de Indias (Colombia), Santo Domingo (República Dominicana) y Nueva York (Estados Unidos). Cada puerto visitado ofrece oportunidades únicas para intercambios culturales y diplomáticos, además de experiencias prácticas en navegación y manejo naval.
Preparativos y Detalles del Barco
Antes de partir, el Juan Sebastián Elcano fue sometido a meticulosos preparativos. Con 113 metros de eslora y 13 metros de manga, este buque escuela cuenta con un motor diésel y una hélice dextrógira de cuatro palas. A bordo viajarán 76 guardiamarinas y otros tantos miembros de la tripulación, entre ellos oficiales, suboficiales, cabos, profesores y personal civil. Los medios de comunicación pudieron documentar cada detalle del barco, desde su rampa de acceso hasta sus camarotes cuidadosamente decorados.
El interior del barco refleja años de historia y tradición naval. Las salas de reuniones están equipadas con mobiliario de madera oscura, y la imagen de la Virgen, junto con los uniformes y las mantas bordadas, crean un ambiente acogedor y ceremonial. Los botes salvavidas y el reloj de cubierta están listos para garantizar la puntualidad en cada puerto. Elcasno luce imponente en el muelle gaditano, con su casco de hierro y cuatro palos: Blanca, Almansa, Asturias y Nautilus, recordando a los buques escuela que le precedieron. Esta expedición no solo es un viaje de formación sino también una embajada flotante que representa a España en diversos rincones del mundo.