Eva Amaral, la reconocida vocalista de la banda Amaral, ha compartido abiertamente sobre su mudanza a un pequeño pueblo y cómo esta decisión ha transformado su vida. En una reciente entrevista en el programa radiofónico "En clave de Rhodes" de la Cadena SER, la artista zaragozana detalla cómo encontró paz y felicidad lejos del bullicio de las ciudades. Descubre cómo sus días transcurren entre la naturaleza, los vecinos amistosos y actividades que la conectan con lo esencial de la vida.

Descubre la Verdadera Felicidad en la Simplicidad de la Vida Rural

La Llamada de la Naturaleza

Eva Amaral siempre sintió una conexión profunda con la naturaleza. Hace varios años, decidió responder a esa llamada y trasladarse a un pequeño pueblo. Allí, se ha integrado perfectamente entre sus vecinos, quienes la ven como parte de la comunidad. La tranquilidad que ofrece este entorno ha sido un bálsamo para su espíritu. En lugar de buscar refugio en lugares bulliciosos, Amaral encontró en la serenidad del campo la paz que tanto anhelaba. Cada día, se despierta rodeada de aves silvestres y paisajes que invitan a la reflexión y al disfrute pleno de la vida.Este cambio no solo ha impactado positivamente su salud mental, sino también su creatividad musical. La cercanía con la naturaleza le ha brindado nuevas fuentes de inspiración, que se reflejan en sus composiciones más recientes. Los sonidos del viento, el canto de los pájaros y el murmullo del río han convertido su hogar en un santuario donde la música fluye con mayor facilidad. Además, el contacto directo con la tierra y sus ciclos le ha permitido reconectar con aspectos fundamentales de la existencia humana, como la paciencia y la gratitud.

Viviendo en Armonía con el Entorno

En su nuevo hogar, Eva Amaral ha adoptado un estilo de vida que muchos urbanitas encontrarían inimaginable. Participa activamente en las labores tradicionales del campo, como la vendimia y la recolección de leña para calentar su hogar durante el invierno. Estas actividades no solo le proporcionan ejercicio físico, sino que también la mantienen conectada con las raíces de su comunidad. “No vayáis al gimnasio… Esto de la leña es el nuevo crossfit”, comentó divertida en una ocasión, destacando la diversión y el beneficio que encuentra en estas tareas cotidianas.Además de las actividades prácticas, Amaral disfruta de los pequeños placeres que ofrece la vida rural. Pasear por senderos poco transitados, observar el atardecer desde su jardín o simplemente sentarse a leer un libro bajo la sombra de un árbol son momentos que valora profundamente. Esta simplicidad ha redefinido su relación con el tiempo y el espacio, permitiéndole apreciar cada instante con mayor intensidad. La artista ha descubierto que la verdadera felicidad no está en la acumulación de bienes materiales, sino en la calidad de las experiencias y relaciones que construye día a día.

Compartiendo su Nueva Realidad

Eva Amaral no ha guardado para sí sola los encantos de su nueva vida. A través de sus redes sociales, comparte regularmente fotografías y videos que muestran su día a día en el pueblo. Sus seguidores pueden ver cómo pasa sus mañanas preparando el desayuno en su cocina rústica, cómo ayuda en la cosecha de uvas durante la temporada de vendimia o cómo disfruta de las noches estrelladas junto a amigos y familiares. Esta transparencia ha fortalecido su vínculo con su audiencia, quienes se sienten más cerca de ella al conocer estos detalles íntimos.La artista también utiliza estas plataformas para promover causas ambientales y locales. Al hablar sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y valorar las tradiciones ancestrales, Amaral se convierte en una voz influyente que inspira a otros a reflexionar sobre su propio impacto en el mundo. Su compromiso con la sostenibilidad y la comunidad ha resonado profundamente entre sus seguidores, quienes encuentran en sus palabras un llamado a la acción y a la reflexión personal. La autenticidad con la que vive y comparte su experiencia en el campo hace que su mensaje sea aún más poderoso y convincente.