Uno de los retos más urgentes en la actualidad es el acceso a una vivienda adecuada, un problema que afecta a vastas poblaciones. Aunque no existe una solución inmediata, diversas propuestas han emergido para abordar esta crisis. Entre ellas destaca la perspectiva ofrecida por Joan Clos, exalcalde de Barcelona y experto internacional en temas urbanísticos. En su libro reciente, La vivienda social y asequible, Clos explora soluciones innovadoras, como aumentar la densidad urbana de manera responsable y fomentar la titularidad pública de ciertos inmuebles.
Clos también critica medidas políticas actuales que complican el desarrollo inmobiliario, sugiriendo ajustes en las regulaciones para equilibrar intereses sociales y económicos. Su análisis incluye tanto la necesidad de modificar leyes urbanísticas como la importancia de revitalizar áreas urbanas deterioradas mediante intervenciones arquitectónicas modernas.
Joan Clos argumenta que la clave para resolver la escasez de vivienda está en aprovechar mejor los recursos existentes. Según él, no es necesario expandir los límites urbanos si se incrementa la edificabilidad de manera controlada. Esto permitiría alcanzar densidades óptimas sin comprometer la calidad de vida.
En lugar de buscar nuevos terrenos, Clos propone revisar cómo se utilizan los ya disponibles. Sostiene que una densidad entre 20.000 y 30.000 habitantes por kilómetro cuadrado es ideal desde un punto de vista ecológico y funcional. Además, pone ejemplos prácticos, como Sant Cugat, donde el mercado absorbe rápidamente lo construido, demostrando que la oferta puede adaptarse a la demanda cuando las condiciones son favorables. Este enfoque resalta la necesidad de flexibilizar ciertas normativas urbanísticas para incentivar la construcción de viviendas protegidas.
Además de mejorar la gestión de espacios, Clos enfatiza la importancia de un urbanismo sostenible que combine densidad con diseño arquitectónico de calidad. Esto implica revalorizar áreas urbanas antiguas y desgastadas mediante proyectos renovadores que mantengan el carácter histórico mientras introducen innovaciones.
El exalcalde insta a repensar los polígonos industriales próximos a núcleos urbanos, transformándolos en zonas habitacionales o mixtas. Reconoce que este tipo de iniciativas enfrenta resistencias culturales, pero insiste en que son necesarias para revitalizar ciudades como Mataró o Manresa, cuyos tejidos urbanos requieren atención urgente. Al mismo tiempo, subraya que estas reformas deben ser lideradas por profesionales competentes, como arquitectos y urbanistas, quienes pueden garantizar que el crecimiento sea armónico y respetuoso con el entorno. De este modo, Clos no solo ofrece soluciones técnicas, sino que también plantea un llamado a la acción conjunta entre diferentes sectores para abordar el complejo panorama de la vivienda contemporánea.