El diseño de interiores para el próximo año promete una fusión entre la innovación tecnológica y una conexión emocional con los espacios. Expertos destacados como Beatriz Contreras Gurruchaga, directora de Arquitectura y Diseño de Líbere Hospitality Group, y Abel Pérez Gabucio, fundador de Àbag Studio, ofrecen una visión detallada sobre las tendencias emergentes. El diseño se presenta como un elemento esencial para transformar los espacios en refugios cómodos y acogedores que reflejan la personalidad de sus habitantes. Este enfoque busca mejorar la calidad de vida a través de una planificación cuidadosa que combina funcionalidad y estética, sin descuidar la sostenibilidad y la adaptabilidad a las necesidades reales de quienes ocupan los espacios.
El diseño de interiores juega un papel crucial en la creación de espacios que no solo son visualmente atractivos, sino también funcionales y significativos para quienes los habitan. Según Abel Pérez Gabucio, el diseño debe ser intencional y tener un propósito claro, más allá de las tendencias pasajeras. Un espacio bien diseñado ofrece confort y seguridad, convirtiéndose en una extensión natural de la persona que lo ocupa. La armonía y el equilibrio entre elementos como la distribución, la iluminación y los materiales son fundamentales para lograr este objetivo.
Para Beatriz Contreras Gurruchaga, el diseño no es solo una cuestión de estética, sino una herramienta para mejorar la calidad de vida. En su trabajo con Líbere Hospitality Group, enfatiza la importancia de crear ambientes que respondan a las necesidades reales de los usuarios, independientemente de si se trata de una vivienda permanente o temporal. Los detalles y acabados cuidadosos son clave para transmitir una sensación de comodidad y conexión con el entorno. Además, resalta que la funcionalidad es tan importante como la belleza, y que no es necesario recurrir exclusivamente a marcas conocidas para lograr espacios bien diseñados.
Las tendencias en diseño de interiores para 2025 incluyen una vuelta a los materiales nobles y auténticos, como madera maciza y piedras naturales, que aportan durabilidad y calidez a los espacios. Abel Pérez destaca la importancia de estos materiales en el concepto de "nuevo lujo", que busca riqueza en los detalles sin ostentación. También menciona la incorporación de metales en acabados de alta calidad, que aportan modernidad y versatilidad. Las líneas rectas y definidas están ganando terreno, favoreciendo una estética minimalista y estructurada.
Beatriz Contreras subraya la relevancia del minimalismo cálido, basado en materiales naturales y colores neutros, que crea ambientes acogedores y atractivos. La sostenibilidad es otro aspecto fundamental, con un enfoque en productos respetuosos con el medio ambiente y tonos que evocan la naturaleza. Además, hay un interés creciente en añadir texturas a paredes y techos, así como en integrar tecnología de manera discreta y armónica. Finalmente, la mezcla de elementos nuevos y antiguos, con influencias retro y vintage, aporta personalidad y un toque de historia a los espacios. Abel Pérez también menciona el regreso de las lacas brillantes, que se combinan con estilos contemporáneos para dar un aire sofisticado.