La historia de la princesa Marta Luisa de Noruega y su familia ha sido marcada por momentos de gran dolor, especialmente tras el trágico fallecimiento de Ari Behn en 2019. Cinco años después, Maud Angelica, hija mayor de la princesa, ha decidido romper el silencio para hablar sobre la salud mental y ofrecer un mensaje de esperanza a quienes se encuentran en situaciones similares. A través de sus redes sociales, Maud ha compartido su experiencia personal, destacando la importancia de buscar ayuda y recordando que siempre hay una salida, incluso en los días más oscuros.
Maud Angelica ha narrado cómo el día de Navidad de 2019 cambió la vida de su familia para siempre. Con palabras llenas de emoción, describe el momento en que su madre le informó sobre la muerte de su padre. Para ella, entonces con dieciséis años, fue un golpe devastador que aún hoy sigue siendo difícil de asimilar. Las hermanas menores, Leah Isidora y Emma Tallulah, también enfrentaron este dolor a edades muy tempranas, lo cual complicó aún más su proceso de duelo. La pérdida de Ari Behn no solo afectó a la familia, sino que también llamó la atención de los medios, lo que añadió presión a un momento ya de por sí insoportable.
El suicidio de Ari Behn fue el resultado de una lucha prolongada contra la depresión severa, una enfermedad que se había intensificado después de su divorcio. A pesar de tener un entorno de apoyo y amor incondicional, llegó un punto en el que las fuerzas le fallaron. La noticia de su muerte dejó a todos atónitos y generó un profundo impacto en la sociedad noruega. La princesa Marta Luisa, quien siempre mantuvo una relación amistosa con Ari incluso después de la separación, se despidió de él en un funeral solemne en la catedral de Oslo, donde se derrumbó emocionalmente ante el féretro de quien había sido su esposo y el padre de sus hijas.
Cinco años después del trágico evento, Maud Angelica ha decidido utilizar su voz para promover la conciencia sobre la salud mental. En cada aniversario de la muerte de su padre, comparte un mensaje público recordando lo mucho que lo extraña y cómo su ausencia ha afectado su vida. Sin embargo, más allá del dolor, Maud enfatiza la importancia de buscar ayuda y no rendirse frente a la adversidad. Su testimonio personal se ha convertido en un faro de luz para quienes atraviesan situaciones difíciles.
En sus publicaciones, Maud insiste en que cada acción cuenta y puede marcar la diferencia en la vida de alguien que está luchando. Recuerda a sus seguidores que el suicidio no es la única opción y que siempre existe ayuda disponible. Ella misma ha incluido en sus mensajes el número de una línea de prevención del suicidio en Noruega, mostrando su compromiso con la causa. Además, Maud continúa honrando la memoria de su padre al mantener viva su historia y aliviar el sufrimiento de otros. Su mensaje de esperanza ha resonado profundamente, convirtiéndose en un legado duradero que trasciende el dolor inicial.