El fallecimiento del empresario Nilo Burga Malca ha dejado más preguntas que respuestas. En las últimas semanas de su vida, Burga estaba bajo el cuidado del psiquiatra Héctor Chue Pinche, quien le prescribió una serie de medicamentos para manejar sus condiciones emocionales. Su pareja, Elita Farro Medina, entregó a las autoridades copias de las recetas médicas, la más reciente fechada en octubre de 2024, dos meses antes de su muerte. Estos documentos ofrecen una ventana hacia el estado emocional de Burga durante los últimos días de su vida.
Los especialistas consultados explican que la combinación de medicamentos puede indicar un cuadro de ansiedad y labilidad emocional intensa. Medicamentos como Serlif (antidepresivo), Olanzavitae (potenciador antidepresivo y antipsicótico), Neuryl (ansiolítico) y Xentralin (estabilizador del estado de ánimo) sugieren que Burga enfrentaba desafíos significativos en su salud mental. Además, se sabe que Farro tomó medidas para protegerlo, limitando su exposición a noticias que pudieran afectar su bienestar emocional, especialmente dadas las controversias en torno a su empresa Frigoinca.
La familia de Burga no acepta fácilmente la teoría del suicidio y ha contratado al exgerente de la Oficina de Peritajes del Ministerio Público, Danny Humpire Molina, para investigar la posibilidad de un homicidio. Según Humpire, la medicación no necesariamente indica tendencias suicidas, pero una necropsia psicológica podría ayudar a esclarecer las circunstancias de su muerte. La información proporcionada por amigos cercanos y exempleados también pone en duda la idea de un suicidio, destacando que Burga estaba comprometido con su defensa ante acusaciones de corrupción.
Este caso resalta la importancia de entender y abordar adecuadamente las luchas emocionales y mentales de las personas. La pérdida de un ser querido siempre es difícil, pero cuando existen dudas sobre las circunstancias de su muerte, surge una necesidad aún mayor de buscar la verdad y justicia. Es fundamental continuar investigando hasta llegar a conclusiones claras y justas, honrando así la memoria del difunto y brindando paz a quienes lo amaban.