Carmen y Sabina, hijas de la baronesa Thyssen, nacieron con tres minutos de diferencia en Los Ángeles en 2006. Su presentación al mundo ocurrió dos años después a través de una exclusiva en ¡HOLA!. Desde entonces, hemos seguido su crecimiento y transformación desde niñas hasta jóvenes mujeres del siglo XXI. Este artículo explora sus vidas, intereses y aspiraciones en este nuevo capítulo de mayoría de edad.

Un Nuevo Comienzo en la Adultez

A medida que alcanzan la mayoría de edad, Carmen y Sabina emprenden nuevos caminos. Carmen ha comenzado sus estudios universitarios en un doble grado de ADE y Relaciones Internacionales, mientras que Sabina sigue formándose en Arte y Diseño. Ambas hermanas continúan explorando sus pasiones por el arte, la música y diversas actividades culturales, marcando el inicio de una nueva etapa en sus vidas.

El paso hacia la adultez trae consigo cambios significativos para ambas hermanas. Carmen se ha trasladado a vivir a una residencia estudiantil, donde combina sus estudios con nuevas experiencias y amistades. Por su parte, Sabina permanece en Andorra, disfrutando de su vida artística y académica. La baronesa Thyssen observa con orgullo cómo sus hijas inician esta fase, ofreciéndoles consejos y apoyo constante. Las mellizas mantienen un vínculo cercano con su madre, quien siempre está disponible para orientarlas y brindarles ánimo en cada paso del camino.

Explorando Sueños y Aspiraciones

Carmen y Sabina comparten intereses comunes pero también persiguen metas individuales. Carmen, con su formación en administración y relaciones internacionales, tiene la intención de seguir los pasos de su madre en el mundo del arte y la museología. Sabina, en cambio, se inclina más hacia la ilustración y el diseño, buscando crear su propio espacio en el mundo del arte digital y los cómics.

Las hermanas han tenido la oportunidad de debutar en eventos importantes relacionados con el arte, como la presentación del nuevo Museo Carmen Thyssen en Barcelona. Estos momentos han sido cruciales para ellas, no solo por el reconocimiento público sino también por la responsabilidad y confianza que han asumido. Carmen destaca la importancia de ser fiel a uno mismo y seguir sus propias pasiones, mientras que Sabina enfatiza la libertad creativa y la autenticidad en su trabajo. Ambas reconoce la influencia de su madre en su desarrollo personal y profesional, valorando sus enseñanzas y consejos diarios.