La canción "LAS – My All" marca un punto crucial en la carrera de Kisu, quien participó en la grabación del demo como vocalista guía. Aunque ya contaba con experiencia como miembro del grupo 24K, esta etapa marcó el inicio de su trayectoria como artista solista. Durante este período, enfrentó desafíos significativos, incluyendo las restricciones de viaje impuestas por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, su colaboración con un productor talentoso y su dedicación a la música lo llevaron a superar estos obstáculos, consolidando su camino hacia el éxito.
Esta pieza musical, parte de la banda sonora del drama "Baekiljang Kid’s Love", evoca recuerdos profundos para Kisu. Es una reminiscencia de su perseverancia y esfuerzo durante tiempos difíciles, recordándole cómo avanzó sin rendirse, paso a paso. Este viaje personal le ha brindado gratitud y una nueva perspectiva sobre su carrera artística.
Kisu experimentó un cambio significativo al iniciar su vida como artista solista tras años de pertenecer al grupo 24K. A pesar de tener una sólida base musical, esta transición trajo consigo nuevas exigencias y retos. La inseguridad inicial se mezcló con la necesidad de adaptarse a un entorno limitado por la pandemia global. Sin embargo, su determinación y pasión por la música fueron fundamentales para continuar adelante.
Este nuevo capítulo en su vida artística fue marcado por la participación en proyectos musicales que lo pusieron a prueba como creador independiente. Su trabajo en "LAS – My All" no solo representó un reto técnico, sino también emocional. Al colaborar con un destacado productor, Kisu encontró un aliado clave que compartió su visión creativa y ayudó a transformar sus ideas en realidad. Este proceso fortaleció su confianza en sí mismo y lo impulsó hacia nuevos horizontes en su carrera.
Escuchar "LAS – My All" hoy en día transporta a Kisu a un momento particularmente difícil pero lleno de aprendizaje. Esta melodía encapsula los desafíos y logros que vivió durante su primer año como solista. Cada nota le recuerda cómo enfrentó situaciones adversas, manteniéndose firme ante las incertidumbres propias de la pandemia y las exigencias de una nueva faceta profesional.
La música tiene el poder de evocar emociones profundas, y para Kisu, esta canción es más que un simple tema; es un testimonio de su resiliencia y capacidad de adaptación. A través de ella, reflexiona sobre cómo cada obstáculo superado contribuyó a moldear su identidad como artista. Este proceso no solo lo llevó a crecer musicalmente, sino también como persona. Gracias a su tesón y a la inspiración que obtuvo de este proyecto, Kisu continúa avanzando con gratitud y renovado propósito en su camino musical.