En una reciente entrevista, el icónico artista británico Robbie Williams ofreció un vistazo introspectivo sobre su carrera y vida personal. Desde su regreso tras años de excesos hasta su nueva gira Britpop, Williams ha demostrado una madurez inesperada. Este tour, que lo llevará a Barcelona el próximo 5 de julio, marca no solo un renacimiento musical sino también un cambio significativo en su perspectiva hacia la fama y la industria musical. Con una mezcla de humor autocrítico y sinceridad, el cantante habló sobre cómo sus experiencias pasadas han moldeado su presente.
Conversando desde una acogedora cabaña en Inglaterra, Robbie reflexionó sobre su trayectoria de tres décadas en los escenarios. Reconoció que su sentido del humor ha sido clave para mantenerse relevante y resiliente frente a los desafíos personales y profesionales. Aunque su pasado estuvo marcado por abusos de sustancias y conflictos públicos, hoy se muestra más consciente y agradecido por su posición en la música. Su nuevo álbum homónimo refleja esta evolución, combinando elementos de rock con pop contemporáneo.
Williams describió cómo los años dorados del britpop durante los 90 influenciaron su estilo musical. En aquella época, Londres era el epicentro cultural global, donde artistas británicos lideraban tendencias en cine, televisión y arte. Sin embargo, reconoce que muchas bandas de ese movimiento no lograron trascender con el tiempo. Él mismo asegura que nunca formó parte propiamente del género, aunque su música siempre tuvo raíces en esa esencia.
Ahora padre de cuatro hijos, Robbie ha redescubierto su lugar en el mundo. Si antes buscaba ser el centro de atención mediante actos extravagantes, ahora encuentra satisfacción en roles más responsables. Esta transformación se evidencia tanto en su comportamiento como en su producción artística. Su biopic Better Man y el documental de Netflix lo llevaron a enfrentar aspectos oscuros de su pasado, incluyendo su rivalidad con Oasis y su salida traumática de Take That.
La preparación para su actual gira fue todo menos convencional. Durante los ensayos, experimentó ansiedad extrema hasta que su esposa le recordó lo extraordinario de su situación profesional. Este despertar emocional le permitió disfrutar más plenamente cada momento del proceso creativo. Además, aborda temas delicados como las interacciones sociales con fans y cómo manejar la presión mediática sin perder humanidad.
Mientras reflexiona sobre el futuro de las boybands y la influencia de las redes sociales en las nuevas generaciones de artistas, Robbie deja claro que su enfoque hacia la música sigue siendo apasionado e intenso. Pese a todo, mantiene una actitud humilde respecto a su longevidad en la industria, sabiendo que nada está garantizado.
Este viaje personal de Robbie Williams ilustra cómo incluso las carreras más turbulentas pueden transformarse en ejemplos de resiliencia y crecimiento. Con su nuevo disco y gira, el artista celebra no solo su legado musical, sino también su capacidad para adaptarse y evolucionar en un mundo cambiante. Su mensaje final invita a todos los involucrados en la industria a valorar la autenticidad y la vulnerabilidad como herramientas poderosas para conectar con el público.