En un mundo donde nuestra privacidad digital está constantemente bajo amenaza, el uso indiscriminado de cookies se ha convertido en una puerta abierta para actividades cibernéticas malintencionadas. Aunque muchas plataformas web requieren su aceptación para operar correctamente, pocas personas comprenden realmente los peligros que estas pequeñas piezas de información conllevan. Investigadores han descubierto recientemente una alarma preocupante: miles de millones de cookies están siendo vendidas en la dark web, exponiendo datos sensibles de usuarios sin su conocimiento.
Desde hace décadas, la dark web ha sido un refugio para actividades ilegales. Un veterano hacker con más de 30 años de experiencia reveló cómo esta área oscura de internet se utiliza comúnmente para traficar información personal, documentos oficiales y, ahora, cookies de navegadores. Según un estudio citado por TechSpot, se han identificado más de 94 mil millones de cookies a la venta en este mercado clandestino. Estas no solo pertenecen a sitios menores, sino también a gigantes tecnológicos como Google, YouTube y Microsoft.
Las cookies son herramientas esenciales que permiten a los sitios web recordar detalles útiles, como preferencias o carritos de compra. Sin embargo, también almacenan información delicada, incluyendo contraseñas, direcciones de correo electrónico, ubicaciones y otros datos personales. Este almacenamiento facilita que ciberdelincuentes utilicen estas cookies para realizar fraudes, robo de identidad e incluso ataques de ingeniería social. Malware como Redline, Vidar y CryptBot juegan un papel crucial en la recolección masiva de cookies, especialmente en sistemas operativos como Windows.
A pesar de los esfuerzos globales, como las advertencias emitidas por Alemania y movimientos corporativos liderados por Google, eliminar completamente las cookies sigue siendo un desafío técnico. La infraestructura actual de internet aún depende de ellas para ofrecer servicios funcionales. Sin embargo, existen medidas preventivas que los usuarios pueden adoptar. Soluciones propuestas por compañías como NordVPN incluyen rechazar cookies innecesarias, borrarlas regularmente y limpiar el caché del navegador para proteger mejor su privacidad.
Este panorama subraya la necesidad urgente de concienciar sobre los riesgos asociados con las cookies y adoptar prácticas más seguras en línea. Proteger nuestros datos no solo depende de los avances tecnológicos, sino también de nuestras acciones cotidianas frente al uso responsable de la tecnología.