La futura madre tiene grandes aspiraciones para la crianza de su hijo en un entorno bilingüe. A pesar de residir en Brasil, se ha comprometido a enseñarle a su bebé tanto el portugués como el inglés desde los primeros días. La influencia cultural y lingüística proviene de ambas familias, ya que la pareja está integrada por un brasileño y una persona con raíces estadounidenses. Esta combinación crea un ambiente único donde ambos idiomas son igual de importantes.
La importancia del inglés radica en las conexiones familiares internacionales. La esposa explica cómo la familia de su cónyuge reside principalmente en Estados Unidos, lo que hace necesario mantener viva la comunicación en inglés. Aunque el padre ya domina el portugués, sus familiares no poseen esa habilidad. Por ello, garantizar que el niño o niña crezca hablando inglés es crucial para preservar esos vínculos emocionales. Las conversaciones entre la pareja sobre este tema refuerzan aún más esta decisión.
La educación bilingüe no solo une culturas, sino que también amplía horizontes para el futuro del pequeño. Este tipo de crianza puede abrir puertas hacia una vida llena de oportunidades globales. Al rodearse de dos idiomas desde temprana edad, el niño desarrollará habilidades cognitivas únicas y aprenderá a valorar la diversidad cultural. Este esfuerzo conjunto demuestra el amor y la dedicación de la pareja por brindar lo mejor a su descendencia.