El final de las fiestas navideñas a menudo trae consigo la reflexión sobre los hábitos alimenticios y el deseo de cambiar. En este artículo, exploramos las opiniones de dos expertas en nutrición que nos ayudan a entender si enero es el mes adecuado para comenzar un plan de alimentación saludable. Ambas coinciden en que lo importante no es seguir dietas estrictas con fecha de caducación, sino adoptar cambios reales y sostenibles en nuestra alimentación diaria.

La Perspectiva de Laura Jorge: Cambios Reales sobre Dietas Temporales

Laura Jorge, una reconocida nutricionista, sugiere que enero puede ser un buen momento para cuidarse, siempre y cuando se busque un cambio genuino en los hábitos alimenticios. No recomienda iniciar dietas restrictivas que solo busquen perder peso rápidamente sin mejorar los patrones alimenticios generales. El objetivo debe ser establecer una nueva rutina que sea aplicable durante todo el año y adaptable al estilo de vida personal.

Según Laura, muchos pacientes acuden a su consulta en enero preocupados por el peso ganado durante las fiestas o motivados por la idea de un nuevo comienzo. Sin embargo, ella enfatiza que para lograr resultados duraderos, es crucial modificar los hábitos diarios en lugar de optar por dietas rápidas. Estos cambios deben ser sostenibles y realizados a un ritmo que permita disfrutar del proceso sin sentirse agobiado. Además, es importante recordar que la pérdida de grasa, no solo de peso, es el objetivo principal, y esto requiere paciencia y constancia.

El Enfoque de Salena Sainz: Hábitos Personalizados y Flexibilidad

Salena Sainz, nutricionista de Naturae Nutrición, tiene una visión clara sobre la adopción de nuevas rutinas alimenticias. Ella insiste en que nunca se debe comenzar una "dieta" propiamente dicha, sino crear pautas personalizadas y flexibles que se ajusten a cada estilo de vida. Este enfoque garantiza que los cambios sean aplicables durante todo el año y no solo en periodos específicos. Por ejemplo, una persona con horario social podría beneficiarse más de un brunch completo en lugar de un desayuno convencional, adaptando así la alimentación a sus necesidades reales.

Salena destaca la importancia de encontrar un profesional que comprenda y empatice con cada caso individual, especialmente en situaciones complejas como la perimenopausia o problemas tiroideos. También recomienda evitar dietas muy estrictas que puedan llevar al temido efecto yo-yo y en su lugar, fomentar un equilibrio entre la nutrición y el bienestar emocional. Para mantener la motivación, sugiere usar medidas alternativas como un par de vaqueros para evaluar la pérdida de volumen en lugar de pesarse constantemente. Finalmente, enfatiza que el auténtico cuidado implica disfrutar de una vida saludable, con hábitos adaptados a nuestro ritmo vital y cubriendo tanto las necesidades emocionales como orgánicas.