Un prominente cineasta fue juzgado a sus espaldas debido a múltiples acusaciones de agresión sexual. A lo largo de siete días, 40 mujeres compartieron sus testimonios sobre incidentes ocurridos en diferentes partes de Nueva York. A pesar de las graves acusaciones, el director no hizo acto de presencia ni durante el juicio ni en la fase previa. Conocido por su trabajo en películas como "Bugsy", este caso ha sacudido al mundo cinematográfico y arrojado luz sobre patrones predatorios que se extendieron durante décadas.

A lo largo de varias décadas, según los testimonios presentados, un reputado realizador de Hollywood utilizó su posición para abusar de jóvenes aspirantes a actrices. Este individuo, cuyo talento detrás de cámaras quedó empañado por estas revelaciones, solía recorrer las calles neoyorquinas buscando a jóvenes con potencial artístico. Les ofrecía reuniones bajo la promesa de oportunidades profesionales en el cine, pero una vez ganada su confianza, llevaba a cabo actos inapropiados en distintos lugares urbanos.

El proceso judicial contra este director fue particularmente llamativo debido a su ausencia total. A pesar de ser citado tanto en la etapa preliminar como en el juicio formal, nunca compareció ante la justicia. Esto obligó al tribunal a proceder sin su participación directa, declarándolo culpable tras escuchar los testimonios de las afectadas. Su trayectoria profesional, marcada por éxitos notables como la escritura de guiones premiados, ahora queda sombreada por este oscuro capítulo.

Este caso pone de manifiesto cómo ciertos comportamientos inmorales pueden esconderse tras el prestigio y el poder dentro de la industria cinematográfica. Las historias narradas por las testigos destacan un patrón sistemático de abuso que requiere ser enfrentado y erradicado. La lucha por la igualdad y la seguridad en el entorno laboral continúa siendo una prioridad global.