Un ex oficial de policía, identificado como Juan José Raffo, enfrenta cargos graves tras ser acusado de filtrar información confidencial a una peligrosa banda criminal en Argentina. La justicia santafesina determinó imponerle prisión preventiva debido a su presunta implicación en la asociación ilícita vinculada a la barra brava del club Newell's y al grupo narco Los Monos. Según los fiscales Luis Schiappa Pietra y José Luis Caterina, Raffo jugó un papel crucial proporcionando datos sensibles que facilitaron operaciones ilegales. Este caso revela vínculos entre redes criminales y antiguas agencias de inteligencia, destacando cómo la estructura de Raffo amplificó las actividades territoriales de Los Monos.
La historia comienza con la detención de Raffo en Buenos Aires tras meses de investigación. Las autoridades sospechaban que este ex policía no solo colaboraba con la organización criminal liderada por Guillermo Sosa, sino que también mantenía conexiones con miembros de la comunidad gitana y agentes financieros. Su habilidad para moverse dentro de estas redes lo convirtió en un actor central dentro de la estructura delictiva. En particular, se le atribuye haber filtrado detalles sobre allanamientos y operativos relacionados con la red de tráfico de drogas dirigida por Leandro “Pollo” Vinardi, desmantelada recientemente durante la Operación Romaní.
Los fiscales lograron demostrar que Raffo compartió información crítica sobre investigaciones judiciales con líderes de Los Monos, incluyendo detalles que ayudaron a mantener oculto a Guillermo Sosa mientras era buscado por el asesinato de Nelson Saravia. Además, documentos encontrados en dispositivos electrónicos de un agente de inteligencia indican un posible vínculo con causas federales de Rosario, específicamente relacionadas con cargamentos de droga desde la Terminal Puerto Rosario. Estos hallazgos sugieren que existían canales informales para difundir información clasificada.
El juez Aldo Bilbao Benítez resolvió dictar prisión preventiva por 90 días contra Raffo, extendible si las investigaciones continúan sin completarse. Esta decisión refleja la gravedad de las acusaciones y subraya la necesidad de profundizar en las conexiones entre figuras públicas y grupos criminales. Antes de su arresto, Raffo había estado bajo sospecha debido a alertas emitidas por servicios de inteligencia respecto a su actividad en Ezeiza, lo que llevó a cambios en su comportamiento y a abandonar ciertos medios de comunicación.
Este caso marca un hito en la lucha contra el crimen organizado en Argentina, exponiendo cómo actores dentro de instituciones gubernamentales pueden infiltrarse y fortalecer a organizaciones delictivas. La prisión preventiva impuesta a Raffo representa un paso importante hacia la desarticulación completa de esta red, mientras las autoridades trabajan en identificar otros posibles cómplices dentro del sistema. Este episodio reitera la importancia de fortalecer mecanismos de control interno para prevenir futuros casos similares.