Alexander Zverev mostró su insatisfacción tras perder ante Lorenzo Musetti en los cuartos de final del Masters 1000 de Roma. Este revés le costó el segundo puesto en el ranking mundial antes de Roland Garros. Además, criticó duramente el estilo defensivo de Musetti, que según él depende de errores ajenos para ganar partidos. También lamentó no haber aprovechado sus oportunidades claras en el primer set.
El jugador alemán también se refirió a las condiciones del torneo, señalando un cambio significativo en las pelotas utilizadas respecto a otros eventos de tierra batida. Para Zverev, estas dificultades técnicas afectaron su capacidad de ejecutar golpes agresivos, un aspecto crucial en su estilo de juego.
En el enfrentamiento directo con Musetti, Zverev reconoció que su rival jugó eficientemente dentro de sus limitaciones tácticas. El alemán destacó cómo el italiano explotó su capacidad defensiva y sacó ventaja de errores cometidos por Zverev mismo. Esto llevó a una evaluación crítica sobre la efectividad del tenis moderno cuando depende más de la resistencia que de la ofensiva.
Musetti empleó una estrategia basada en mantener largos intercambios, lo que obligó a Zverev a ajustar constantemente su ritmo y presión. Aunque el alemán tuvo varias oportunidades para cerrar el primer set, incluidas cuatro bolas de set, no logró materializarlas debido a la consistencia defensiva de su oponente. Esta situación subraya la importancia de capitalizar momentos clave durante un partido. Zverev admitió que normalmente debería haber ganado ese set, pero las circunstancias específicas del encuentro hicieron que fuera extremadamente difícil.
Otro punto central en las declaraciones de Zverev fue el impacto negativo que tuvieron las características de las pelotas en su desempeño general. El cambio repentino en las bolas utilizadas en Roma en comparación con otros torneos de tierra batida generó una sensación pesada y lenta que alteró su habilidad para generar golpes ganadores.
Este factor técnico no solo complicó su estilo habitual de juego, sino que también resaltó las diferencias entre competiciones aparentemente similares. Zverev explicó que su enfoque agresivo, caracterizado por saques rápidos y ataques contundentes, quedó inhibido por las propiedades de las bolas. Enfatizó que este problema persiste desde hace años y ha sido objeto de discusión constante entre los jugadores profesionales. La falta de consistencia en materiales puede influir notablemente en resultados individuales y colectivos, algo que Zverev percibió claramente en su actuación en Roma. Para él, jugar bajo tales condiciones impidió desarrollar plenamente su potencial, lo que resultó ser un obstáculo adicional en su camino hacia la victoria.