El DACO ha intensificado sus operaciones con un enfoque estratégico diseñado para analizar y prevenir prácticas comerciales injustas. A través de esta iniciativa, se busca no solo fiscalizar sino también anticiparse a posibles problemas antes de que afecten al consumidor promedio.
La política de vigilancia activa adoptada por el DACO representa un cambio fundamental en la forma en que se aborda la protección del consumidor. Esta estrategia incluye la emisión de requerimientos formales de información a múltiples establecimientos comerciales, asegurando así una mayor transparencia en las operaciones empresariales.
Este enfoque integral permite al DACO recopilar datos detallados sobre los precios de venta, inventarios disponibles y justificaciones para cualquier ajuste en los costos de productos clave. Además, facilita la identificación temprana de posibles irregularidades que podrían comprometer el acceso equitativo a bienes fundamentales.
Los supermercados han sido objeto de especial atención dentro de esta campaña de vigilancia. El DACO ha solicitado específicamente información sobre el precio promedio de venta de ciertos artículos esenciales, así como detalles relacionados con la llegada de nuevos inventarios tras el inicio de abril. Estas solicitudes buscan determinar si existen aumentos injustificados en los precios de productos básicos.
Además, se requiere información sobre cualquier cambio reciente en los precios y las razones detrás de estos ajustes. Este análisis exhaustivo permitirá evaluar si los incrementos están justificados por factores externos o si se trata de prácticas especulativas que afectan negativamente a los consumidores.
En el ámbito automotriz, el DACO ha emitido requerimientos similares pero adaptados a las necesidades específicas del sector. Se exige información detallada sobre el número de vehículos nuevos y usados en inventario al comienzo de abril, junto con los respectivos precios de venta y su país de origen.
Esto incluye un examen meticuloso de los ajustes en los precios de los vehículos, buscando identificar patrones que puedan indicar manipulación indebida o influencias externas derivadas de los recientes cambios arancelarios impulsados por Estados Unidos. La intención es preservar la competitividad del mercado local frente a estas fluctuaciones globales.
La entrada en vigor de nuevos aranceles estadounidenses contra productos importados desde Canadá, México, la Unión Europea y China plantea desafíos adicionales para el mercado puertorriqueño. Estas medidas, parte de la agenda económica del presidente Donald Trump, buscan fortalecer la producción nacional en territorio estadounidense.
Sin embargo, su implementación puede traducirse en aumentos de precios para diversos productos importados, lo que genera preocupación entre los consumidores locales. El DACO actúa como garante de que estos cambios sean reflejados de manera justa y transparente en el mercado local, minimizando así su impacto adverso.
Cada comercio involucrado tiene un plazo de 15 días naturales para cumplir con los requerimientos establecidos por el DACO. En caso de incumplimiento, se aplicarán sanciones administrativas según lo estipulado en los artículos pertinentes de la Ley Núm. 5 y su reglamentación vigente.
Estas acciones demuestran el compromiso del DACO con la aplicación estricta de las normativas existentes, asegurando que todos los sectores comerciales operen bajo estándares éticos y legales. De esta manera, se protege efectivamente el interés superior del consumidor puertorriqueño.