La esposa del presidente mostró su apoyo al talento local de la moda durante un reciente evento. Conocida por su preferencia por diseñadores brasileños, ha destacado anteriormente a Heloisa Strobel, cuyas creaciones han acompañado a la primera dama en diversas ocasiones oficiales. Este respaldo no es nuevo, ya que previamente había asistido al debut de esta marca en una importante semana de la moda.
A lo largo de sus compromisos públicos, tanto solos como junto al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, la socióloga ha elegido atuendos nacionales para representar la excelencia del diseño brasileño. Su elección refleja un compromiso con la promoción de las marcas locales y su presencia en eventos internacionales.
Desde su posición como primera dama, ha utilizado su influencia para resaltar el trabajo de diseñadores nacionales. Este apoyo se manifiesta no solo en sus apariciones públicas, sino también en su participación activa en eventos relacionados con la moda brasileña, donde muestra su admiración por el arte de crear prendas únicas.
En varias oportunidades, ha seleccionado piezas de Heloisa Strobel, una diseñadora reconocida por su innovación y estilo distintivo. Esta colaboración comenzó en 2023 cuando usó una prenda de la marca para una presentación oficial. Además, su asistencia al desfile inaugural de la firma en una prestigiosa plataforma de moda reafirma su compromiso con los talentos locales. Su elección de vestuario no solo destaca su gusto personal, sino también su deseo de promover el diseño nacional en el escenario internacional.
Su elección de prendas no solo refleja su estilo personal, sino también su intención de ser un referente para la moda brasileña contemporánea. Al usar diseños de creadores locales, establece un ejemplo para otros líderes mundiales sobre cómo apoyar industrias nacionales.
Este enfoque ha sido evidente en múltiples compromisos oficiales, tanto dentro como fuera del país. Junto al presidente, ha llevado consigo no solo la bandera política de Brasil, sino también su rica herencia cultural a través de su vestimenta. Su decisión de privilegiar diseñadores nacionales inspira a otras figuras públicas a hacer lo mismo, fortaleciendo así una conexión entre moda y diplomacia cultural. Su impacto va más allá de lo estético, generando oportunidades económicas y visibilidad para artistas emergentes en el ámbito global.