En un viaje significativo, la princesa Leonor ha finalizado tres días de visita en Tenerife y se dirige ahora hacia Las Palmas de Gran Canaria. Este es el último puerto español que pisará antes de emprender una travesía marítima de casi medio año a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano. Durante este tiempo, la heredera al trono compartirá experiencias con 75 guardiamarinas. En Tenerife, la princesa participó en actividades recreativas y asistió a una recepción nocturna. La embarcación tiene previsto llegar a Las Palmas este martes y permanecer allí hasta el jueves, donde será recibida con honores y abrirá sus puertas al público.
En un ambiente de despedida emotivo, la princesa Leonor subió al navío en la isla de Tenerife, preparándose para lo que será una extensa travesía por el océano Atlántico. Vestida con el uniforme de verano de la Armada española, la futura reina ascendió por la escalera de acceso con una bolsa azul sobre su hombro, lista para enfrentar los desafíos que le esperan en alta mar.
El barco, que actúa como una embajada flotante, fue recibido con gran pompa en Tenerife y espera un recibimiento similar en Las Palmas de Gran Canaria. Los guardiamarinas arribarán con sus uniformes en la cubierta, agitando sus gorras de plato en señal de saludo. El miércoles, el público podrá visitar el buque para conocer más acerca de su historia y funciones.
Tras la estancia en Las Palmas, el Juan Sebastián de Elcano partirá rumbo a Brasil, iniciando una singladura internacional que incluirá escalas en Uruguay, Chile, Perú, Panamá, Colombia, República Dominicana y Nueva York. Esta travesía durará cerca de cinco meses, siendo el mayor desafío marítimo para la tripulación, enfrentándose a la inmensidad del océano durante casi un mes sin tocar tierra.
Finalmente, la princesa Leonor regresará a España en avión para continuar su formación en una fragata de la Armada, mientras que el crucero seguirá su ruta de regreso desde Nueva York.
Desde una perspectiva periodística, esta experiencia marítima representa un paso crucial en la formación de la princesa Leonor, quien no solo aprenderá aspectos técnicos de la navegación, sino también valiosas lecciones sobre liderazgo y responsabilidad. Este viaje marca un hito importante en su preparación para el futuro rol que desempeñará en la monarquía española.