Tras un periplo por las Islas Canarias, el emblemático buque escuela de la Armada Española ha recalado en Las Palmas de Gran Canaria. Este desplazamiento marca una etapa especial del crucero de instrucción que comenzó en Cádiz a principios de año. La presencia de la heredera al trono entre los guardiamarinas ha añadido un toque distinguido a esta expedición marítima. Durante su estancia en Gran Canaria, se espera que tanto la princesa como sus compañeros puedan disfrutar de la cultura local y permitir al público acercarse a este barco centenario.
El viaje de instrucción del Juan Sebastián de Elcano es una tradición que se remonta décadas atrás. Sin embargo, este año se destaca por incluir dos paradas en las islas canarias, lo cual es inusual. Después de tres días en Tenerife, el navío llegó a Gran Canaria para continuar con su misión formativa. La embarcación partió de Cádiz en enero y ya ha recorrido importantes distancias antes de llegar a este punto intermedio. Este itinerario modificado responde a la importancia de la ocasión, marcada por la presencia de la princesa Leonor.
Los rituales de bienvenida fueron parte integral de la llegada del buque a Gran Canaria. Los guardiamarinas, vestidos con uniformes blancos, saludaron desde cubierta mientras una banda musical tocaba melodías tradicionales en el muelle. La participación de la princesa en estos actos simboliza su compromiso con la formación naval. Además, durante su estadía en la isla, el público tendrá la oportunidad de visitar el famoso velero, lo que genera gran expectación entre los residentes locales y visitantes.
A partir del jueves, el Juan Sebastián de Elcano emprenderá la siguiente fase de su viaje, que incluirá la travesía del océano Atlántico hacia América del Sur. Esta parte del crucero será especialmente exigente, ya que el barco no atracará en ningún puerto durante casi un mes. Al llegar a Brasil, la expedición continuará por diversos puntos de Sudamérica y Centroamérica, concluyendo finalmente en Estados Unidos. Mientras tanto, la princesa Leonor proseguirá su formación naval en tierra firme, subiendo a una fragata para completar su preparación militar.
Este crucero de instrucción representa más que una simple travesía marítima; es una experiencia formativa que combina la educación naval con el papel diplomático del barco como embajador flotante de España. La presencia de la princesa Leonor en esta expedición refuerza su compromiso con las instituciones militares y proporciona un testimonio único de su formación como futura líder del país.