En medio de una interrupción masiva del suministro eléctrico en España, el programa La Revuelta adoptó una estrategia ingeniosa para enfrentar la crisis. Durante más de 12 horas, el país experimentó un apagón que desencadenó caos y desconexión. En respuesta, RTVE priorizó su cobertura informativa, cancelando varios programas, incluido La Revuelta. Sin embargo, David Broncano y su equipo transformaron este obstáculo en una oportunidad creativa. Al día siguiente, cuando gran parte del país había recuperado la electricidad, presentaron un simulacro humorístico de cómo habría sido su programa durante el apagón. Con pocos recursos y mucho ingenio, demostraron que incluso en las condiciones más adversas, el entretenimiento puede continuar.
En un escenario inusual, David Broncano lideró un episodio especial de La Revuelta diseñado para simular las limitaciones impuestas por el apagón. En el Teatro Gran Vía, completamente vacío y con mínima iluminación, el equipo recreó el ambiente de un estudio sin energía. Acompañado por Sergio Bezos, Ricardo Castella, Miguel Campos, Grison, Lalachus y los invitados Kiko Matamoros y Borja Iglesias, Broncano explicó que la emisión original se había pospuesto debido al consumo excesivo de energía del programa. Este argumento sirvió como base para un espectáculo lleno de bromas sobre la situación vivida por el país. Con humor característico, el equipo abordó temas como la ausencia de público y la necesidad de reducir costos energéticos, ofreciendo una visión lúdica de la crisis.
El programa también aprovechó la ocasión para burlarse de sí mismo y de otros proyectos televisivos afectados por el apagón, como La Familia de la Tele, cuyo estreno había sido cancelado en dos ocasiones previas por eventos imprevistos. Kiko Matamoros, invitado especial, añadió su toque peculiar al sugerir que Belén Esteban podría haber causado el apagón accidentalmente.
Desde una perspectiva más amplia, el episodio destacó no solo la capacidad del equipo para adaptarse a circunstancias extremas, sino también la importancia de mantener el humor en momentos difíciles.
Concluyeron que, aunque carecieran de tecnología avanzada como paneles solares (referencia al programa El Hormiguero), lograron realizar un programa funcional y divertido bajo mínimos.
Como periodista, esta iniciativa me inspira a reflexionar sobre cómo el entretenimiento puede ser una herramienta poderosa para conectar con las audiencias incluso en tiempos de incertidumbre. La creatividad de David Broncano y su equipo demuestra que, frente a las adversidades, el ingenio humano puede brillar más que nunca. Este ejercicio nos recuerda que, incluso en situaciones donde parece que todo está oscuro, siempre hay espacio para la luz del humor y la innovación.