Sophie Winkleman, conocida como Lady Frederick Windsor, ha transitado entre el mundo del cine y la alta sociedad británica durante los últimos quince años. Casada con lord Frederick, hijo de los príncipes Michael de Kent, Sophie comparte su tiempo entre compromisos reales y una carrera en la actuación. Sin embargo, lo que realmente apasiona a esta actriz es su labor humanitaria. Desde 2020, Sophie se desempeña como embajadora de Big Issue Group, una organización que ayuda a personas sin hogar a través de la venta de una revista callejera. Además, es madre de dos niñas y utiliza su plataforma para abogar por causas sociales importantes.
El compromiso de Sophie con las personas sin hogar es evidente en su trabajo diario. Reconoce la importancia de tratar a estas personas con dignidad y respeto, destacando que "no importa si no les das dinero, basta con que hables con ellos para que no se sientan invisibles". Esta filosofía refleja su profunda empatía y solidaridad, valores que también comparte con miembros de la Familia Real, como el príncipe Guillermo y Kate Middleton. Sophie admira especialmente a Kate por su valentía y dedicación a las causas sociales, particularmente en relación con la importancia de los primeros años de vida en el desarrollo infantil.
En su faceta como actriz, Sophie ha interpretado papeles notables en producciones como "Belgravia: The New Chapter" y "Sanditon", donde ha podido aprovechar su experiencia en el mundo de la alta sociedad. Aunque es conocida por su papel en la serie de comedia "Peep Show", Sophie prefiere centrarse en proyectos que le permiten explorar temas más profundos. Su labor en Big Issue Group es un claro ejemplo de esto, ya que trabaja incansablemente para unir comunidades y luchar contra la pobreza. Recientemente, se ha involucrado en la iniciativa Big Community, que busca crear conciencia sobre la pobreza y promover cambios legislativos.
Sophie también muestra gran preocupación por la seguridad de sus hijas en la era digital. Como madre, es consciente de los riesgos que conllevan las redes sociales y prefiere proteger a sus hijas de estos peligros. Cree firmemente que los niños no deben tener acceso a Internet hasta los 16 años, argumentando que las plataformas como Instagram y TikTok pueden ser perjudiciales para su bienestar mental y emocional. En este sentido, Sophie es una defensora activa de la educación y protección de los jóvenes en línea.
Entre compromisos reales y rodajes cinematográficos, Sophie encuentra tiempo para disfrutar momentos simples con su familia. Ella y lord Frederick valoran enormemente las noches en casa viendo películas o series junto a sus hijas. Este equilibrio entre glamour y simplicidad define perfectamente la vida de Sophie, quien sigue siendo una figura admirada tanto dentro como fuera de la Familia Real británica. Su dedicación a las causas sociales y su compromiso con la comunidad son prueba de su genuina pasión por hacer del mundo un lugar mejor.