La icónica marca británica Land Rover se prepara para regresar al Rally Dakar con una estrategia ambiciosa. Con Stephane Peterhansel a la cabeza y el campeón mundial Rokas Baciuska como copiloto, la firma apuesta por competir en la categoría Stock con vehículos de producción en serie. Este movimiento estratégico busca destacar las capacidades reales del Defender frente a prototipos más avanzados. Además, pruebas clave realizadas en el Sáhara han marcado un hito importante en el desarrollo del D7X-R, mientras que Laia Sanz podría sumarse al equipo antes de la edición 2026.
El debut oficial está previsto para el próximo Dakar, donde Land Rover buscará no solo competir, sino también demostrar la autenticidad de su filosofía todoterreno. A través de esta participación, la marca aspira a desafiar límites y consolidar su legado en los rallyes internacionales.
En lugar de optar por la categoría reina T1+, Land Rover ha decidido apostar por un enfoque más auténtico. Su decisión de competir en la clase Stock subraya el compromiso de la compañía con sus propios valores y la esencia original del Defender. Esta elección refleja la visión de James Barclay, Director General de JLR Motorsport, quien considera que llevar un vehículo real al terreno extremo del Dakar es un desafío verdadero.
Desde su perspectiva, este retorno no trata solo de ganar carreras, sino también de probar la resistencia y capacidad de sus vehículos en condiciones extremas. Para lograrlo, Land Rover ha diseñado un calendario intensivo de pruebas, adaptando su prototipo D7X-R a diferentes entornos desérticos. Las primeras impresiones tras estas evaluaciones han sido positivas, con Peterhansel describiendo el Defender como "la combinación perfecta" entre robustez y rendimiento. Este equilibrio es fundamental para enfrentar los rigores del rally más exigente del mundo.
Las pruebas recientes llevadas a cabo en el Sáhara representan un paso crucial en el desarrollo del proyecto Land Rover Dakar. Bajo la conducción experta de Stephane Peterhansel, el D7X-R ha mostrado su potencial en terrenos accidentados y arenosos. Estas experiencias iniciales permiten ajustar aspectos técnicos y optimizar el rendimiento del vehículo antes de su presentación oficial en competición.
Más allá de estas pruebas, el equipo continúa explorando nuevas incorporaciones, incluyendo la posible adición de Laia Sanz al proyecto. Esta dinámica de trabajo colaborativo busca maximizar las habilidades de cada miembro, garantizando así una preparación óptima para el gran evento. El objetivo final es no solo participar, sino también dejar huella en la historia del Dakar, estableciendo nuevos estándares de autenticidad y rendimiento. A medida que avanza el calendario hacia 2026, Land Rover se posiciona como un contendiente serio en el mundo de los rallyes internacionales.