La noche en cuestión estuvo marcada por la expulsión de Ana Herminia Illas, quien se convirtió en la segunda participante en abandonar el reality show. Con un 70.5% de los votos del público, la nuera de Bárbara Rey dejó el concurso tras dos semanas de participación. Sin embargo, su salida no pasó desapercibida debido a las declaraciones sobre su estado de salud y una controvertida acusación contra otro concursante.
Ana Herminia destacó su preocupación por su bienestar físico antes de abandonar la casa de 'GH DÚO'. Expresó que no se encontraba en óptimas condiciones para continuar en el programa y prefirió retirarse para preservar su salud. Aunque reconoció el apoyo médico recibido durante su estadía, insistió en que no podía controlar su condición.
Al llegar al plató, Ana Herminia reiteró sus inquietudes sobre su salud, mencionando problemas de hipertensión que la habían afectado durante todo su tiempo en el reality. Sin embargo, el presentador Carlos Sobera interrumpió para aclarar que su partida fue decidida por el público y no por razones médicas. Él enfatizó que la organización siempre había estado pendiente de su bienestar y proporcionó atención médica cuando fue necesario. A pesar de esto, Ana Herminia volvió a expresar dudas sobre su situación, lo que generó cierta tensión en el plató.
Otro punto de controversia surgió cuando Ana Herminia tuvo que enfrentar las consecuencias de una falsa acusación hacia Javier. Durante su entrevista, se le pidió que explicara su versión de los hechos, pero ella mantuvo su postura inicial sin ofrecer una disculpa clara. Esto llevó a momentos de alta tensión entre ella y otros invitados.
El programa mostró imágenes donde se veía a Javier rozándole la rodilla mientras intentaba hablar con ella. Ana Herminia justificó su reacción diciendo que no toleraba ser tocada y que sintió que estaba siendo agredida. Sin embargo, tanto su marido Ángel Cristo Jr. como Aurah Ruiz le señalaron que no había justificación para sus palabras. La esposa de Javier, Vanessa, también intervino enérgicamente, calificando las acciones de Ana Herminia como peligrosas y exigiendo responsabilidad por sus dichos. La discusión escaló rápidamente, requiriendo la intervención de Carlos Sobera para mantener el orden en el plató.