El compromiso matrimonial marca el inicio de una etapa llena de emociones y preparativos. Sin embargo, a medida que se acerca la fecha especial, los nervios pueden surgir y causar desacuerdos entre la pareja. Expertos en psicología ofrecen valiosos consejos para mantener la calma y disfrutar del proceso.
En las semanas previas al enlace, parejas de toda España experimentan un abanico de emociones, desde la emoción hasta la ansiedad. En Madrid, la psicoterapeuta Lourdes Madero destaca que este período puede traer una mezcla de sensaciones, desde la seguridad que brinda el compromiso hasta el vértigo ante lo desconocido. La anticipación de eventos negativos puede generar inquietud, lo cual es común en la sociedad actual. Para combatir esto, Madero sugiere hacerse preguntas reflexivas sobre los miedos y expectativas relacionados con la boda.
Alejandro Galiani Mejías, psicólogo del Centro Psicosanitario Galiani, recomienda estrategias como establecer prioridades, delegar tareas y gestionar expectativas realistas. También enfatiza la importancia de técnicas de relajación y comunicación abierta. Teresa Alegre, de Sevilla, añade la regla de los 10 segundos para tomar decisiones calmadas y la práctica de la respiración pragmática.
La delegación de responsabilidades es crucial para evitar la sobrecarga. Los expertos coinciden en que confiar tareas a otros fortalece las relaciones y permite centrarse en lo verdaderamente importante. Además, manejar diferencias de opinión con respeto y empatía ayuda a resolver conflictos de manera efectiva.
Finalmente, los preparativos deben verse como el comienzo de una nueva etapa, no como una prueba de perfección. Disfrutar del proceso, sin comparaciones innecesarias, es clave para una experiencia positiva.
Desde una perspectiva periodística, estos consejos ilustran cómo la planificación cuidadosa y la comunicación abierta pueden transformar la ansiedad en entusiasmo. Al adoptar una actitud flexible y colaborativa, las parejas pueden convertir los desafíos en oportunidades para crecer juntas. Este enfoque no solo mejora la organización del evento, sino que también fortalece la relación de cara al futuro.