Antes de que las autoridades electorales concluyeran el conteo oficial de votos, los líderes del PRI y PAN anunciaron supuestas victorias en las elecciones municipales de Durango y Veracruz. Alejandro Moreno, presidente del PRI, aseguró triunfos significativos en ambos estados, destacando la obtención de más de la mitad de los municipios en Durango y mencionando avances clave en Veracruz. Por su parte, Jorge Romero, al frente del PAN, celebró los resultados favorables para su partido, felicitando a candidatos por sus presuntas victorias en cargos importantes. Sin embargo, estas declaraciones carecen de cifras concretas o verificaciones oficiales, ya que los órganos electorales aún no han emitido resultados definitivos.
En un contexto político cargado de incertidumbre, en la vibrante mañana del 2 de junio, desde la capital mexicana, se desataron una serie de proclamas prematuras que pusieron en duda la transparencia del proceso electoral. Los dirigentes nacionales del PRI y PAN, Alejandro Moreno y Jorge Romero, respectivamente, utilizaron plataformas digitales para anunciar lo que consideran grandes logros electorales en Durango y Veracruz. Moreno afirmó que su partido obtuvo una mayoría aplastante en los municipios duranguenses, mientras que en Veracruz destacó derrotas significativas contra Morena, aunque no ofreció detalles específicos ni evidencias cuantificables.
Por otro lado, Romero felicitó públicamente a María José Gamboa por su presunta victoria en Boca del Río, así como a José Antonio Ochoa por su reelección en Durango capital. Estas celebraciones ocurrieron pese a que el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) seguía en proceso de actualización y las autoridades locales aún no habían confirmado ganadores oficiales. En medio de este escenario, surgió información sobre denuncias previas de extorsión telefónica contra figuras políticas locales, añadiendo tensión al ambiente electoral.
El silencio de las autoridades contrasta con las declaraciones entusiastas de los partidos, dejando espacio para especulaciones sobre la legitimidad de las afirmaciones hechas hasta ahora. Mientras tanto, el Instituto Nacional Electoral continúa trabajando arduamente para garantizar que cada voto sea contabilizado correctamente antes de emitir resultados finales.
Desde una perspectiva periodística, esta situación subraya la importancia de esperar resultados oficiales antes de hacer anuncios públicos. La prisa por reclamar victorias puede generar confusión entre la ciudadanía y afectar la percepción de credibilidad en los procesos democráticos. Este caso refuerza la necesidad de fortalecer mecanismos de comunicación clara entre actores políticos y organismos electorales para evitar malentendidos futuros.