La dieta del amor consiste en que la madre que da el pecho a su bebé elimine el consumo de lácteos, como la leche, el queso, los yogures, la mantequilla y cualquier producto que contenga proteína de leche. Esto se debe a que la alergia a la proteína de la leche de vaca es una de las alergias más comunes en los lactantes y puede causar muchos problemas.
Según la Dra. Merlos, la alergia a la proteína de la leche se produce cuando el sistema inmunológico del bebé identifica erróneamente las proteínas de la leche de vaca como sustancias dañinas. Esto puede provocar síntomas gastrointestinales, cutáneos y respiratorios, y en casos raros, una reacción alérgica severa.
Al preguntar a la pediatra por la utilidad de que la madre modifique su dieta, la Dra. Merlos responde que no hay necesidad de hacer cambios drásticos para prevenir alergias en un bebé. Simplemente debe seguir una alimentación equilibrada y saludable. Sin embargo, si se ha detectado que el bebé es alérgico a la proteína de vaca y se alimenta mediante leche materna, es totalmente necesario que la madre modifique su dieta.
La madre debe evitar consumir pescados azules grandes, estimulantes como el café y el chocolate, y alcohol, ya que estos pueden pasar a la leche materna y afectar al bebé. En cambio, debe hacer una dieta equilibrada que incluya verduras, frutas y productos de origen animal.
La leche materna tiene una composición bastante constante, y la dieta de la madre solo afecta a algunos nutrientes. Sin embargo, la falta de nutrientes se extraerá de las reservas de la madre para garantizar el aporte de estos en la leche. Por lo tanto, es importante que la madre siga una dieta equilibrada durante la lactancia.
Además, la Dra. Merlos destaca que la ingesta de grasas debe ser la misma que la recomendada para la población general. Y no olvidarse de aumentar el consumo de agua, ya que es vital durante la etapa de lactancia.
Los síntomas más habituales de la alergia a la proteína de la leche en lactantes incluyen problemas gastrointestinales, como vómitos, diarrea o heces con sangre, dolor abdominal; síntomas cutáneos, como eczemas y urticaria; y síntomas respiratorios, como congestión nasal y mucosidad excesiva, dificultad para respirar o tos persistente.
En casos raros, la alergia puede desencadenar una reacción alérgica severa, como la anafilaxia, que es una emergencia médica. Por eso, es importante que las madres observen a sus bebés y se den cuenta si no están bien.