En un esfuerzo por combatir el desperdicio de alimentos y promover la sostenibilidad, una iniciativa piloto llevada a cabo en La Florida ha demostrado ser exitosa. Los estudiantes del Liceo Polivalente de La Florida recuperaron residuos de alimentos durante varios meses, transformándolos en platos saludables. Este programa, que comenzó en una feria local y ahora se expandirá a otras comunas del país, ha tenido un impacto significativo tanto en la reducción de residuos como en la educación sobre hábitos alimenticios saludables.
Desde octubre hasta finales de noviembre, en el corazón del otoño dorado, quince estudiantes de tercer año del Liceo Polivalente de La Florida pusieron en práctica su conocimiento culinario. Trabajando con los restos de alimentos obtenidos en la Feria Los Copihues, lograron recolectar cerca de 400 kilogramos de desechos orgánicos, entre ellos tallos y hojas. Estos ingredientes fueron convertidos en diversas recetas nutritivas, dando así una segunda vida a productos que de otro modo hubieran sido desechados.
Esta acción innovadora surgió tras el éxito de un proyecto previo realizado en la Feria La Unión, donde en colaboración con el Cesfam Los Quillayes, se distribuyeron más de 4,2 toneladas de alimentos frescos entre los vecinos locales. A lo largo de este período, aproximadamente 7.000 residentes beneficiaron directamente de esta iniciativa.
El alcalde Daniel Reyes destacó la importancia de este proyecto para reducir la huella de carbono. Según sus declaraciones, el desperdicio de alimentos contribuye significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero. El programa busca minimizar estos impactos ambientales al aprovechar alimentos que, debido a su apariencia o exceso de madurez, no son consumidos.
A partir de enero, la Asociación Nacional de Ferias de Chile planea extender este modelo a diez comunas diferentes, desde Antofagasta hasta Puerto Montt. Esta expansión fomentará la colaboración entre diversos sectores, incluyendo Salud, Educación y Medio Ambiente, con el objetivo de promover estilos de vida más saludables y sostenibles.
Algunas de las recetas desarrolladas por los estudiantes incluyen sándwiches integrales, escalopas y ensaladillas elaboradas con tallos de coliflor, así como postres basados en estos mismos ingredientes.
Desde la perspectiva de un periodista, esta iniciativa representa un paso significativo hacia una sociedad más consciente y responsable. No solo reduce el desperdicio de alimentos, sino que también educa a la comunidad sobre cómo utilizar recursos de manera eficiente. Este tipo de programas demuestran que, con creatividad e implicación comunitaria, es posible abordar problemas complejos de manera efectiva.