Un escándalo que ha conmocionado al mundo del fútbol español sigue generando repercusiones. Las acusaciones de manipulación en las puntuaciones de sedes han dejado a Vigo fuera de los planes para el torneo, mientras que Anoeta ha sido incluida como una opción preferida por la Federación Española de Fútbol (FEF). En este contexto, el ayuntamiento gallego no se queda de brazos cruzados y busca respuestas legales mediante un equipo de abogados especializados. La disputa legal entre ambas partes parece inevitable, ya que el alcalde Abel Caballero exige transparencia total sobre los criterios utilizados.

Por otro lado, la búsqueda de soluciones continúa en Madrid, donde el próximo día 12 se celebrará una reunión clave entre representantes de la Federación y el propio alcalde. Aunque se promete compartir información, ciertos detalles podrían permanecer bajo llave debido a su carácter confidencial. Este punto podría convertirse en un nuevo obstáculo entre las partes involucradas. Paralelamente, la FEF ha anunciado recientemente cambios significativos en su estructura organizativa. Eduard Dervishaj, un profesional con amplia experiencia internacional, asume ahora el liderazgo de la preparación del Mundial, reemplazando a María Tato.

El nombramiento de Dervishaj representa un giro en la estrategia de la Federación. Proveniente de Albania, este experto ha demostrado habilidades excepcionales en relaciones institucionales durante su trayectoria profesional. A pesar de enfrentar desafíos laborales en el pasado, su regreso a la organización evidencia la confianza renovada en sus capacidades. Con su experiencia en eventos internacionales, la Federación espera consolidar una imagen más transparente y eficiente hacia el futuro. Este caso subraya la importancia de la ética y la transparencia en la gestión deportiva, destacando cómo decisiones bien fundamentadas pueden fortalecer la confianza pública en las instituciones deportivas.