Con una estatura de 1,54 metros, Maiara logró perder más de 40 kilogramos gracias a su dedicación en el gimnasio, cambios en sus hábitos diarios, ajustes alimenticios y procedimientos médicos como la cirugía bariátrica y la colocación de un balón gástrico. Aunque su delgadez le valió ciertas críticas, ella respondió con firmeza, destacando que tampoco fue valorada cuando tenía más peso.

Maiara compartió abiertamente su experiencia sobre cómo enfrentó las dificultades emocionales derivadas de los comentarios negativos. Durante su proceso de transformación, se sometió a intervenciones médicas importantes y adoptó nuevos hábitos que mejoraron su calidad de vida. Sin embargo, algunos criticaron su apariencia después de perder peso, especulando sobre enfermedades inexistentes.

En medio de esta controversia, Maiara decidió no permitir que las opiniones externas afectaran su bienestar. Expresó su gratitud por sentirse físicamente alineada con su peso actual, enfatizando que está satisfecha con su salud general y su nueva imagen. Su actitud refleja una conexión más profunda consigo misma y un compromiso continuo hacia un estilo de vida equilibrado.

A pesar de las críticas, Maiara eligió enfocarse en lo positivo. Reconoció que tanto su etapa anterior como su presente han sido momentos clave en su evolución personal. Con este cambio, no solo ha impactado su apariencia física, sino también su perspectiva sobre la aceptación personal y la importancia de priorizar la salud integral.