El 31 de diciembre de 2024 marcó un hito en la historia danesa, cuando el Rey Federico X pronunció su primer discurso de Año Nuevo. Este momento simbolizó no solo el fin de un reinado y el comienzo de otro, sino también una transición llena de promesas y reflexiones. El monarca, que asumió el trono hace poco más de un año, se dirigió a la nación con palabras llenas de esperanza y gratitud, destacando los valores fundamentales de solidaridad, confianza y humanidad. Su mensaje resonó profundamente entre los daneses, quienes vieron en él una continuación respetuosa del legado de Margarita II, mientras abría nuevas páginas para el futuro del país.
En su intervención, Federico X reconoció el paso del tiempo y cómo este ha transformado la vida de todos. Expresó su conciencia de que, aunque han tenido un año para adaptarse a la nueva era, todavía existen emociones encontradas. Señaló que el cambio es inevitable y que cada final representa un nuevo comienzo. Al recordar su proclamación como rey el 14 de enero anterior, describió ese día como un momento definitorio que lleva consigo para siempre. Destacó la importancia de la familia y el apoyo recibido durante aquel instante crucial, subrayando la conexión profunda que siente con su pueblo.
El monarca enfatizó que la memoria colectiva incluye tanto momentos memorables como ordinarios. Mencionó específicamente el verano pasado, cuando celebraron la graduación de su hijo mayor, junto con miles de jóvenes que concluyeron su educación secundaria. Reflexionó sobre la juventud, sus desafíos y logros, reconociendo la valentía de los jóvenes al enfrentar la vulnerabilidad. Instó a la sociedad a escuchar y apoyar a las nuevas generaciones, destacando la importancia de ofrecer guía sin imponer soluciones prefabricadas. Finalmente, hizo hincapié en la necesidad de mantener abiertos los canales de comunicación y comprensión mutua, especialmente en tiempos de polarización creciente.
Federico X aprovechó su discurso para hablar sobre los desafíos globales y locales que enfrenta Dinamarca. Enfatizó la importancia de la solidaridad y la colaboración en todas las facetas de la vida. Citó ejemplos de voluntariado, desde ayudantes escolares hasta cuidadores en hospitales, como testimonios vivos de la fortaleza humana. Reconoció la labor incansable de los servicios de emergencia y las fuerzas armadas, quienes velan por la seguridad del país. También rindió homenaje a los trabajadores dedicados que han contribuido al desarrollo de Dinamarca durante décadas, formando parte integral de la estructura social.
El rey abordó temas internacionales críticos, como la crisis en Oriente Medio y la guerra en Ucrania, expresando preocupación y solidaridad con las víctimas. Subrayó la importancia de la OTAN y la unidad europea en la defensa de valores compartidos. Llamó a la acción colectiva para combatir problemas globales, incluida la crisis climática, enfatizando que la Tierra es un préstamo que debemos proteger. Concluyó su mensaje deseando a todos los daneses un próspero Año Nuevo, reafirmando su compromiso de caminar juntos hacia un futuro mejor, basado en confianza y humanidad. Además, agradeció por el respaldo recibido durante su primer año como rey, manifestando su optimismo y entusiasmo por lo que el futuro les depara.