Un esfuerzo conjunto entre la institución educativa y una iniciativa creativa está transformando la forma en que se gestionan los desechos. La idea consiste en recolectar materiales que, de otro modo, quedarían abandonados, dándoles una nueva oportunidad a través de un proceso cuidadosamente planificado. Lohanne explica que este es solo el comienzo de una labor más amplia que involucra varios pasos logísticos.

El viaje de estos materiales no termina con su recolección. Después de ser cargados en camiones, son trasladados hacia una empresa especializada llamada Moby, donde comienza un nuevo capítulo en su transformación. Este trayecto incluye un sistema organizado para coordinarse con otros vehículos, especialmente aquellos que transportan carrozas ornamentadas, lo que complica aún más la operación.

Este proyecto no solo busca reducir el impacto ambiental, sino también fomentar una mentalidad de sostenibilidad dentro de las comunidades. Al crear conciencia sobre cómo los residuos pueden convertirse en recursos valiosos, se inspira a las personas a adoptar prácticas responsables y resilientes en su vida diaria.