La obra en cuestión explora un equilibrio único entre la gravedad y la ligereza. Aunque aborda temas profundos, logra ofrecer momentos de alegría y humor que resuenan con quienes han experimentado situaciones similares dentro de sus familias. La actriz explica cómo estos instantes de risa no solo alivian el ambiente, sino que también reflejan la verdadera naturaleza de las relaciones familiares cuando se enfrentan desafíos especiales.

Las experiencias personales de la intérprete ilustran este contraste. Habla de su primo, quien, a pesar de tener una discapacidad auditiva, ha sido siempre un eje de cariño y diversión dentro de su núcleo familiar. Este ejemplo demuestra cómo las personas con necesidades especiales pueden transformar la dinámica familiar, añadiendo tanto amor como complicidad en situaciones cotidianas. La obra, según ella, transmite esta misma esencia.

En un mundo donde a menudo se enfatizan los desafíos asociados con las discapacidades, esta producción teatral ofrece una perspectiva renovada. Muestra que incluso en medio de dificultades, el amor y el humor pueden florecer, fortaleciendo los lazos familiares. Al destacar estas emociones positivas, la obra invita a su audiencia a reflexionar sobre cómo las diferencias pueden enriquecer nuestras vidas de maneras inesperadas.