El evento organizado por la famosa planificadora Andrea Guimarães destacó por su exuberante decoración. Más de 200 mil flores adornaron el lugar, creando un ambiente lleno de color y vida. Hortensias, orquídeas y tulipanes transformaron el espacio en un jardín encantador que dejó a todos maravillados desde el primer momento.

La oferta gastronómica fue otro punto culminante de esta celebración. Los comensales disfrutaron de una fusión única que combinaba influencias francesas, italianas, orientales y mediterráneas. Desde deliciosos aperitivos hasta platos calientes elaborados con esmero, cada detalle estuvo cuidadosamente diseñado para satisfacer los paladares más exigentes. Además, las sobremesas no pasaron desapercibidas, con más de cuatro mil dulces que cerraron la experiencia con un toque dulce.

Celebraciones como estas demuestran cómo el arte floral y la diversidad culinaria pueden unirse para crear experiencias inolvidables. La mezcla de culturas y naturaleza permite elevar cualquier reunión a un nivel extraordinario, inspirando a quienes participan a apreciar la belleza y la creatividad que se puede incorporar en cada aspecto de nuestras vidas.